Infojus Noticias

El Movimiento Nacional Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) Vía Campesina nació de la organización de los propios campesinos hace más de 20 años. En agosto de 1990 hubo una fundación formal del movimiento, oficializada en Quimilí. La defensa de la tierra siempre fue el objetivo principal del MOCASE, que supo responder con organización y movilización a los atropellos de las fuerzas políticas locales. Las denuncias por abusos y corrupción al gobierno provincial generaron tal inestabilidad política que en 2004 la provincia fue intervenida por el Congreso nacional. Hoy, gran parte del Poder Judicial local continúa ordenando desalojos y detenciones a las familias campesinas. Carlos Roldán, uno de sus integrantes, conversó con Infojus Noticias. 

Roldán pertenece a la comunidad indígena de Tres Leones, del pueblo Vilela, y vive en la localidad de Tintina, en el departamento de Moreno. Allí tienen una central del MOCASE que llaman Tataiaia Ashpacan, “la tierra es de Dios”. Bajo el sol del mediodía, en el patio de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, Roldán cuenta cómo funciona el MOCASE y cuáles son los reclamos de su comunidad. Viste una camisa a cuadros y una campera marrón. Habla pausado, piensa bien lo que quiere decir. Aunque sonríe, su mirada deja ver la preocupación y el compromiso que tiene con el pueblo que vino a representar.

- ¿Qué es el MOCASE?

- El MOCASE es una organización que llegó hace 23 años atrás. Viene creciendo desde el sur hacia el norte, va avanzando, y hoy estamos extendidos por todo Salta y Chaco. Viene trayéndonos un mensaje de organización y de defender lo que es de uno. La ley existe hace muchísimos años y ya está escrita, no por nosotros, por cierto. El movimiento pone estos conocimientos sobre la mesa, y ahora que nos damos cuenta que lo que estábamos viviendo era una mentira. Durante muchísimos años nos han tenido dormidos: para nosotros, las leyes no existían. Gracias al movimiento, hoy estamos haciendo aparecer las leyes.

 - ¿Cómo llegaste al Movimiento?

- Me acerqué hace once años. El MOCASE ya tenía doce, pero a la zona de Tintina llegó en el año ‘94. Llegamos por los problemas. Siempre, todo, son problemas. El acaparamiento de la tierra es una enfermedad. Y si vos no tenés una enfermedad, no vas al doctor. Nosotros tenemos el problema de que nos quieren quitar la tierra, y nos queremos defender. Veíamos que no nos dejaban vivir en una parcela de tierra y no podíamos dejar que nos volteen, que mataran la naturaleza y la fauna. Ese problema nos hace llegar al movimiento.

- ¿Qué es lo que hacés?

- Concientizar a la gente es un proceso muy lento. Lleva tiempo darle a conocer que algo es su derecho y que entienda que tiene que pelear por eso. Es tan difícil… Creen que el que tiene plata hace lo que quiere. Porque creen que un juez o un gobierno es el que decide: que el que está ahí es el que manda. Sacar a la gente de esa idea es muy difícil. Cuando no es tan difícil es cuando pensamos juntos y nos empezamos a concientizar rápidamente y somos muchos. Y ahí no hay juez que no tenga que hacer un paso atrás o frenar la sentencia y empezar a ponerse de alguna manera del lado de los campesinos. Del lado de donde está realmente el derecho. Lo hacemos todo muy, muy lento. Si dentro de la Justicia hubiera algún juez que mirara a las comunidades indígenas que están siendo avasalladas, iríamos un poco más rápido.

Roldán fue al Congreso de democratización con una compañera del pueblo de Sacha Sumaj, ubicado a 20 kilómetros de Campo Gallos. Ana Lemos denuncia que su marido y su cuñado, Pedro y Julio Coria, están detenidos desde el viernes pasado. Ella asegura que los terratenientes de la zona quieren quedarse con las tierras y que para eso hicieron una denuncia contra su marido y su cuñado por supuestos robos y lesiones. “Nosotros venimos haciendo denuncias por usurpación de tierra desde el año pasado, pero nunca nadie fue a favor nuestro. En cambio, el terrateniente hace una denuncia y al otro día ya había una orden de detención”, explica Ana.

- Lo que dice Ana, que pasó en Sacha Sumaj, es igual a lo que pasa en Tintina. Es la misma situación de lucha por la tierra. Ana y su familia son nuevos en el MOCASE, están hace un año. El proceso es a través del acompañamiento de familias como la de Ana. Hay que decirles “esa tierra es de ustedes, ustedes la tienen que pelear. Si ustedes la defienden, porque sienten que son los dueños, nosotros los acompañamos”. Y estamos a la par de ellos, luchando, como este caso.

- ¿Cómo llegan a tantas familias?

-Ahora, vienen ustedes, por ejemplo vos de Infojus Noticias. Vienen para llevar nuestras palabras, pero antes no podíamos ni hablar. Hay una radio en Santiago del Estero, LV11, que se escucha en varias provincias. Nunca teníamos la oportunidad de hacer estas denuncias, no nos daban el espacio. Actualmente existe esa radio, pero nosotros gracias al movimiento tenemos nuestros medios y vamos creciendo cada vez más y podemos transmitir esto. Tenemos una emisora de FM. Se llama Sachauaira, “viento del monte”. Así podemos transmitir lo que vamos aprendiendo.

- ¿Vos participás del programa de radio?

Sí, cuento desde mi propia experiencia. Cuento lo que voy aprendiendo para las otras familias, sean del MOCASE o no, sean campesinos o no. Transmito por la radio lo que tiene que hacer la policía y lo que no tiene que hacer. Por cierto, yo no tengo estudios, tengo hasta primer grado. Una forma de transmitir es con versos, siempre en la radio lo hago. Yo veo que los músicos hace muchos años ya nos venían transmitiendo todo esto a través de versos. Nos venían avisando y no nos dábamos cuenta, yo por lo menos no me daba cuenta de lo que nos querían decir: Ya que me pides que cuente/ veré si lo puedo hacer/ vas a tener que ir guardando paciencia/ porque poca es mi experiencia/ y grande es mi parecer. 

En su exposición sobre democratización de la justicia, Roldán apuntó contra jueces y policías. “No vengo del a Universidad, vengo del monte. Lo que nos trae hasta acá es la injusticia, no la justicia”, señaló. Al tomar la palabra, se presentó con unos versos que conmovieron al auditorio: “Mi nombre es Carlos Roldán / y soy de unos pagos humildes / no creo qua nadie me tilde / soy pobre y sé respetar / Aquí comienza mi historia y pido un poco de atención / también le pido perdón si me falla la memoria / porque no es un signo de gloria / sino recuerdo y dolor”. Horas después, en la entrevista con Infojus Noticias, el representante campesino lamentó no haber contado la historia de su padre.

- A mi padre lo mataron cuando yo tenía once años. Fue en la época del juarismo, lo mandaron a matar. Era encargado de una firma de Tintina. Y por ser derecho, y no entrar en el juego, lo han mandado a matar... Desde ahí que nace la bronca, pero entonces no conocíamos el derecho, eso estaba dormido. Eso lo estoy diciendo ahora, nunca había tenido la oportunidad de denunciarlo públicamente.

- Hace un rato, en tu exposición, dijiste “yo soy un blanco para la Justicia”.

- Cuando un juez manda una sentencia a un lugar, no sabe si verdaderamente existe lo que está denunciando la otra parte. Antes no se podía decir esto, por miedo o porque no tenías oportunidades de reclamar, ahora decimos lo que sabemos y lo que vemos. Discutimos, hacemos alguna movilización, avisamos la verdad. De alguna manera me tienen que hacer callar porque estoy diciendo la verdad. Por eso somos perseguidos y somos blancos, de alguna manera nos quieren hacer callar, pero igualmente, de alguna manera, zafamos de eso.  

- ¿Te parecen importantes estos encuentros sobre la Justicia?

- Yo creo que lo único que nos llevaría a frenar todo esto o a cambiarlo, es mucho más que importante. Porque esto es lo que nos llevó a alcanzar quedarnos en nuestro territorio, sino estaríamos presos, muertos, desalojados. Pero no lo estamos, eso es gracias al movimiento, al MOCASE Vía Campesina.