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La Corte Suprema declaró “inadmisible” un planteo de Waldo Roldán y le otorgó al fallo fuerza de “cosa juzgada” por lo que dejó firme la condena hacia el represor.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena a 23 años de prisión para el ex coronel Waldo Carmen Roldán, represor acusado por la desaparición en 1980 de un grupo de militantes que preparaban la denominada “contraofensiva” montonera tras declarar “inadmisible” un planteo presentado por el represor.
A fines de 1979 y principios de 1980 en plena dictadura cívico-militar, Julio César Genoud, Verónica María Cabilla, Angel Carbajal, Lía Mariana Ercilia Guangiroli, Ricardo Marcos Zucker y Silvia Noemí Tolchinsky, tras estar exiliados volvieron al país para formar parte de lo que entonces se denominó como la “contraofensiva” de Montoneros.
Los cinco primeros fueron apresados entre el 21 y el 29 de febrero de 1980, y al día de hoy continúan desaparecidos. Tolchinsky fue secuestrada en septiembre de ese año y fue la única víctima de esta causa que logró sobrevivir. Su testimonio fue clave para que, en 2007, el juez federal Ariel Lijo dictara una de las primeras sentencias luego de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Allí el magistrado condenó a 25 años al ex comandante del Ejército, Cristino Nicolaides. También fijó 23 años de prisión para Waldo Carmen Roldán, Jorge Luis Arias Duval, Juan Carlos Gualco, Carlos Gustavo Fontana, Pascual Oscar Guerrieri, Santiago Manuel Hoya y Julio Héctor Simón, integrantes del Batallón 601 de inteligencia.
En su testimonio durante la causa Tolchinsky relató su cautiverio y las acciones de Simón, conocido como “el turco Julián”: “recibí siempre un trato muy vejatorio y humillante de su parte. Una vez detuvo un micro de un colegio judío y les clavó alfileres en las fotos de los documentos de los chicos. Era una persona que creía en la magia negra. Me contó cómo torturaba gente, que una vez volvió loco a un chico torturándole la cabeza. Era repulsivo y a mí me daba muchísimo pánico”.
La Cámara Federal dejó firme las condenas en 2008. Al año siguiente Roldán presentó ante la Corte un recurso extraordinario para una revisión del fallo.
Ahora, la Corte Suprema, con las firmas de sus siete integrantes y citando su propia jurisprudencia, declaró “inadmisible” un planteo de Waldo Roldán y le otorgó al fallo fuerza de “cosa juzgada.
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