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Un policía santafesino asesinó ayer a su esposa de dos disparos mientras ella dormía y luego se suicidó. Un informe de la Corte contabilizó 225 muertes de mujeres en 2014: 39 de esos casos no pudieron ser juzgados por el fallecimiento del imputado. “Los individuos más violentos del colectivo machista están dispuestos a morirse con tal de dañar a la mujer”, explicó a Infojus Noticias el psiquiatra Enrique Stola.
Cuando una mujer es asesinada por cuestiones de género, muchas veces la investigación judicial desaparece por la muerte del acusado. En algunos casos, después del femicidio, viene el suicidio. El primer Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina contó 225 muertes de mujeres en 2014: 39 de estos casos no pudieron ser juzgados por el fallecimiento del imputado. La mayoría de ellos se mataron después de terminar con la vida de la mujer. Ayer, un policía santafesino asesinó a su esposa de dos disparos mientras ella dormía y luego se suicidó en el dormitorio de la casa que compartían en un barrio de la zona oeste de la ciudad de Rosario.
“Los individuos más violentos del colectivo machista están dispuestos a ir a la cárcel o morirse con tal de dañar a la mujer”, explicó a Infojus Noticias el psiquiatra y psicólogo clínico Enrique Stola. Para el especialista, estos varones “exaltadamente violentos tratan de imaginar el peor de los males para sus víctimas, aunque el peor de los males se lleve la vida de ellos mismos”. Y comparó la conducta suicida con el accionar de aquellos femicidas que matan a los hijos de sus parejas.
Stola también hace foco en el empoderamiento femenino. “La violencia contra las mujeres va creciendo y hay una mayor visibilización de los casos. Esto también provoca que cada vez sean más mujeres las que ejercen sus derechos”.
El experto además analizó la impunidad de estos casos en los que el hombre se suicida tras el crimen. “Queda impune el que apretó el gatillo. Pero también queda impune el contexto sociocultural que facilita que estos actos se reproduzcan”, opinó.
Un femicidio en Rosario
Graciela Menna tenía 49 años. Su pareja, Pedro Díaz, la baleó ayer a la madrugada en la casa en la que convivían en el barrio rosarino Belgrano hacía 13 años. Díaz erasuboficial de Caballería. Después de dispararle con su arma reglamentaria, se mató.
Ella se quería divorciar y él no aceptaba esa idea. Fueron los hijos de la pareja quienes encontraron los cuerpos de los dos cuando bajaron desde la planta alta para desayunar. Ellos mismos llamaron al 911. Nadie había escuchado las detonaciones.
Desde el Ministerio Público de la Acusación confirmaron a Infojus Noticias que el agresor no tenía denuncias en su contra por violencia machista. El fiscal Rafael Coria dijo a los medios provinciales que "los hijos de la pareja confirman que entre sus padres había un conflicto y que la separación estaba decidida. Esa situación no se pudo resolver y el hombre tomó la decisión porque, al parecer, no quería asumir el divorcio".
Los femicidios no son casos aislados. Las organizaciones de mujeres locales denunciaron que ya son dos los femicidios en lo que va del año. En 2015 fueron 31 en toda la provincia.
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