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Tiene 46 años, estudió en la UCA y es un abogado con trayectoria en el poder judicial penal. A las siete de la tarde, jura como miembro del gabinete nacional de Mauricio Macri.
Germán Garavano, un abogado con trayectoria en el poder judicial penal y en el ámbito de la investigación, asume hoy como ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. En la agenda que abordará durante su gestión, está la elaboración de un plan de reforma del Consejo de la Magistratura, la instrumentación de un fuero para delitos complejos y crimen organizado, la elección de dos jueces para cubrir las vacantes de la Corte Suprema de Justicia, y la implementación del nuevo Código Procesal Penal, aprobada definitivamente en junio de este año, y que entrará en vigor en marzo del año próximo.
El nuevo ministro de Justicia nació en la ciudad de Buenos Aires el 23 de octubre de 1969. Con 46 años, es padre de tres hijos varones —Franco, Felipe y Justo— y está casado con Carolina Gardiner. Estudió abogacía en la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA), donde se graduó en marzo de 1994, cursó posgrados en el Instituto de Derecho y Economía de la Universidad Carlos III, de Madrid y el Centro de Investigaciones en Derecho y Economía de la Universidad Complutense de Madrid, España, pero desde los 18 años había empezado su carrera en la justicia federal.
Arrancó en el Juzgado Nacional Criminal y Correccional Federal 3 de la ciudad de Buenos Aires, en 1988, como auxiliar principal. Dos años después, pasó al juzgado 4 donde escaló casi todos los peldaños del escalafón judicial: auxiliar superior, oficial, relator —en un breve paso por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de la Ciudad de Buenos Aires— prosecretario y secretario judicial, cargo que desempeñó desde 1994 a 1998 cuando pasó al juzgado nacional de Menores 1 de la ciudad de Buenos Aires.
Antes de asumir el cargo de Fiscal General porteño en 2007, fue Consejero del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires y juez del Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N° 12 de la Ciudad. También ocupó el cargo de vicepresidente del Consejo Directivo del Centro de Estudios de Justicia de las Américas, nombrado por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En 2008, impulsó la creación del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) dentro de la Secretaría General de Política Criminal y Planificación Estratégica del Ministerio Público Fiscal de la ciudad. El CIJ cumple funciones de policía judicial y asiste a los fiscales en sus investigaciones por delitos complejos. Está integrado por dos áreas: un departamento de Investigaciones Judiciales y otro Técnico Científico. Entre sus tareas y atribuciones está la de analizar técnica, jurídica y estratégicamente, la información que se desprende de la prueba producida por el fiscal.
En los últimos años, Garavano también se dedicó a la docencia: desde 2012 es profesor titular de derecho penal en el Instituto Superior de Seguridad Pública y profesor de la maestría en Magistratura y Derecho Judicial en la Universidad Austral. Es autor, coautor y director de 15 libros en materia judicial, algunos de los cuales fueron premiados. Y autor y coautor de más de 35 artículos publicados en el país y en el extranjero.
En abril de 2014, asumió como Director Académico de la ONG Unidos por la Justicia. En noviembre de ese año, Garavano dejó su cargo como fiscal para postularse como Consejero Suplente del Consejo de la Magistratura de la Nación. Ganó por voto directo de los abogados del Consejo de la Magistratura de la Nación. En noviembre de 2015, después de que Ernesto Sanz, líder de la UCR y candidato más mencionado para el cargo diera un paso al costado por "asuntos personales", Mauricio Macri lo nombró para ocupar la cartera de Justicia y Derechos Humanos. Quienes lo conocen hablan de un hombre de sólido perfil técnico y bajo perfil. Asumirá en su cargo hoy a las siete de la tarde.
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