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Detuvieron ayer en Porto Alegre a Roberto Oscar González. Está sospechado de haber participado del asesinato de Rodolfo Walsh, en 1977. Pero también se lo acusa de separar de su madre a un bebé nacido en cautiverio: Jorge Castro Rubel, el nieto recuperado 116. “Nuestra mayor expectativa es poder llevarlo a juicio por su participación en esta apropiación”, dijo a Infojus Noticias Alan Iud, abogado de Abuelas de Plaza de Mayo.
Jorge Castro Rubel fue un bebé prematuro y de poco peso que nació en una oficina del casino de Oficiales de la ESMA, en junio de 1977. Su mamá, Ana María Rubel, estaba embarazada de dos meses cuando fue secuestrada. Sus dos primeros días de vida los pasó en una incubadora, hasta que una persona lo separó de su madre y lo llevó al Hospital de Niños de la Capital Federal (ex Casa Cuna). Jorge se enteró de su historia en diciembre pasado: es el nieto recuperado 116. El encargado de trasladar el bebé fue Roberto Oscar González, subcomisario de la Policía Federal detenido ayer en Porto Alegre, sospechado de haber participado del asesinato del periodista Rodolfo Walsh, el 25 de marzo de 1977.
Como integrante del grupo de tareas GT332 de la ESMA, González usaba los alias “Fede” o “Gonzalito”. A sus 64 años, estaba prófugo de la justicia argentina desde 2006, y tenía dos pedidos de captura internacionales: el primero del Juzgado Federal N°12, en el que se tramitó el expediente por el asesinato de periodista, y otro del Juzgado Federal N°1, a cargo de María Romilda Servini de Cubría, por la apropiación ilegal de Rubel. Los padres de Jorge son Ana Rubel y Hugo Castro. Eran militantes de las FAL y los secuestraron en enero de 1977 miembros del Ejército. Pasaron por algún centro clandestino de detención hasta que Ana fue llevada a la ESMA para dar a luz.
Sobre su captura, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, dijo a Infojus Noticias que “es fundamental que esté a disposición de la Justicia, para que dé cuenta a la sociedad y a las victimas sobre las cosas que hicieron. Forma parte del pacto social al que apuesta este país”.
En el procesamiento dictado por Servini de Cubría contra cuatro personas, entre ellas el médico naval Jorge Luis Magnacco, el ex policía figura como “presunto encargado de haber llevado al hijo de Hugo Castro y Ana Rubel”. El principal testimonio que lo complica es el del sobreviviente Lisandro Raúl Cubas, que estuvo más de dos años secuestrado y tiene dos hermanos desaparecidos. En enero de 2012, desde Venezuela y por videoconferencia, Cubas detalló ante el Tribunal Oral Federal 6 sus contactos con mujeres que dieron a luz en la ESMA.
Cubas dialogó con Ana Rubel en enero de 1977 en el sótano del casino de oficiales. “Pensaba que iba a perder al bebé por la tortura. El encargado de aplicarle torturas era un oficial de apellido Fernández, de unos 25 o 40 años, y bigote tupido”, recordó. En junio supo que había dado a luz. “El oficial González, de la Policía Federal, me confesó que estuvo a cargo de llevar al niño de esta compañera secuestrada, porque nació cianótico”, –apuntó Cuebas, y agregó:”A ese niño nunca lo vi dentro de la ESMA. Y a Ana, unos días después ya no la vi más”.
Según declararon en el juicio, Sara Solarz de Osatinsky y Alicia Milia estuvieron en el nacimiento de Jorge. Tenía dos kilos, un tinte azul en la piel, y se lo veía débil. “Ana me pedía por favor que mirara si tenía todos los dedos, los piecitos, si tenía alguna característica particular, y dos días después fueron trasladados declarar en el juicio Osatinsky.
El propio Jorge, ahora un sociólogo de 37 años, contó al diario Página/12 parte de su historia. Hasta que recuperó su identidad, fue criado por un médico del servicio de Endocrinología que hacía una guardia semanal en ex Casa Cuna. “En una de esa guardias llegaron dos personas, de entre 20 y 30 años, una con bigotes, con un bebé en muy malas condiciones, que era yo”, contó.
Alan Iud, abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, cree que una de esas dos personas era González. “Nuestra mayor expectativa es poder llevarlo a juicio por su participación en esta apropiación”, dijo a Infojus Noticias. “A lo que aspiramos es a que se corrijan algunos errores del sistema judicial que le facilitan a los represores los caminos para que se fuguen o, como en este caso, para que quienes viven fuera del país, se mantengan prófugos por tantos años. Aunque es tardía es una noticia bienvenida”, agregó. Por su parte, Fresneda dijo que “siempre fueron complejos los mecanismos para ubicar a los prófugos, más que todos los que están fuera del país. Lo importante es que se lo logre ubicar y que la justicia mantenga los cargos”.
Por una multa
En su declaración, Cubas dijo que habló varias veces con el subcomisario. “Incluso hizo un viaje a Misiones a conocer a mi hija dos años después de su nacimiento”, agregó. Ayer, Interpol comunicó que González fue detenido en la ciudad de Porto Alegre, República Federativa del Brasil, según explicó el Ministerio de Seguridad de la Nación en un comunicado. “Se lo estaba buscando intensamente y se lo tenía ubicado allí”, dijo ayer a Infojus Noticias el abogado querellante Rodolfo Yanzón, aunque aún no había sido notificado por el juzgado de la detención.
Por información sobre su paradero se ofrecían 61 mil dólares de recompensa. El portal brasilero Hora Zero informó que el represor vivía desde hace casi una década en una quinta en las afueras de la localidad de Viamão, en Rio Grande do Sul, junto con Pedro Osvaldo Salvia, otro ex integrante de la patota de la ESMA. Ambos fueron socios de una empresa importadora/exportadora, uno de cuyos vehículos había recibido una multa, gracias a la cual la pesquisa policial pudo ubicarlos. Salvia murió el 18 de junio por problemas cardíacos.
Tras el arresto, González fue alojado en celdas de la Policía Federal en Porto Alegre. Será trasladado a una prisión regional, en la que aguardará que el Supremo Tribunal Federal de Brasil se pronuncie sobre la extradición pedida por la Argentina.
WC/RA
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