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Alberto Surace y Julio García fueron recordados con la colocación de baldosas con sus nombres. Eran militantes políticos. Fueron desaparecidos en diciembre de 1975. Los secuestró una patota de la Triple A.
Alberto Surace y Julio García fueron homenajeados ayer con la colocación de baldosas con sus nombres en la ciudad de Viedma y el balneario “El Cóndor”. Ambos eran estudiantes universitarios y fueron víctimas de la Triple A. El acto fue organizado por la Asociación Civil de Familiares y Víctimas del Terrorismo de Estado Viedma-Patagones.
Eran militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y estudiaban en la Universidad Nacional del Sur (UNS). Habían nacido en Patagones y Viedma. Fueron secuestrados junto a Gabriel Raymundo Ganúza por una patota de la Triple A, en la madrugada del 6 de diciembre de 1975, en un departamento de Bahía Blanca.
Surace, al que apodaban “Negrito”, y García, conocieron a Ganúza en 1968 al ingresar a la Universidad para estudiar Geología. La tarde anterior al secuestro, los tres se habían reunido para estudiar Física. Sus cuerpos acribillados a balazos aparecieron varias horas después de su secuestro a un costado de una ruta en la localidad de Villa Iris y los autores de estos asesinatos nunca fueron identificados.
Estos asesinatos se enmarcan dentro de un plan del grupo paraestatal con el propósito de penetrar y controlar los espacios de poder del ámbito universitario. Era parte de la su política de persecución y eliminación contra distintos sectores de militancia gremial-estudiantil.
La disputa política se tensó el 2 de marzo de 1975. Fue cuando Remus Tetu asumió como rector-interventor de la Universidad Nacional del Sur. Tetu contaba con una estructura conformado por grupos parapoliciales.
En nombre de la seguridad del país, el entonces rector interventor impulsó una “depuración” de “todo lo tendencioso, unilateral y partidista” y desató una serie de crímenes políticos al considerar que era necesario extirpar los “elementos subversivos” de la Universidad. Tetu significó el comienzo de la política autoritaria y represiva hacia las universidades.
El primero de los homenajes se llevó a cabo sobre la vereda del Centro de Enseñanza Media número ocho, ex Colegio Nacional de Viedma, en la calle Guido al 300, donde fue descubierta una baldosa con el nombre de Surace, que fue alumno de ese establecimiento. Por la tarde, se colocó una baldosa en el ingreso a la Colonia de Vacaciones de la villa marítima “El Cóndor”, en recuerdo de García, que pasaba los veranos en esa zona.
PC/PW
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