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El Tribunal Oral Federal de San Juan condenó hoy a prisión perpetua a tres ex militares por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura cívico militar. También condenó a otros tres ex uniformados a 25 años de prisión y a un ex suboficial, a 10.

Un año y ocho meses después de haber comenzado, el juicio histórico que se realizó en la provincia de San Juan, llegó a su fin. Los jueces Héctor Cortéz, Alejandro Piña y Raúl Fourcade, integrantes del Tribunal Oral Federal, condenaron a prisión perpetua al ex teniente de Inteligencia, Jorge Antonio Olivera; al suboficial Osvaldo Benito Martel y al ex comisario de la Policía Federal Julio Nieto. Los delitos: violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad, tormentos y asociación ilícita.

Por los mismos delitos fueron condenados a 25 años de prisión los ex tenientes del Ejército Gustavo De Marchi, Daniel Gómez y Francisco Del Torchio. El  suboficial Alejandro Lazo, en tanto, fue condenado a 10 años de prisión.

Todos los militares que fueron condenados actuaron en la represión que se desató en San Juan después del golpe militar de 1976, y pertenecían al Regimiento 22 de Infantería de Montaña, dependiente del Area 332 con comando en Mendoza.

De todos los condenados hoy, Lazo y Nieto continuarán con prisión domiciliaria porque el tribunal consideró que tienen baja probabilidad de fuga, mientras que el resto de los militares, deberán cumplir su pena en una cárcel común, y su lugar de alojamiento será decidido por el Servicio Penitenciario Federal.

Las querellas que representan a las víctimas habían solicitado las penas de prisión perpetua para todos los acusados, mientras que la fiscalía había pedido perpetua para Olivera, Martel y Nieto y penas de 25 años de reclusión perpetua para De Marchi, Del Torchio y Gómez. Para Lazo, el pedido había sido de 15 años de reclusión. La defensa había reclamado la nulidad del proceso y la absolución de los imputados. 

Entre las 60 víctimas, que sufrieron torturas, vejámenes y secuestros, hay dos desaparecidos: la ciudadana franco-argentina Marie Anne Erize y el ex rector Juan Carlos Cámpora. Y un muerto, Daniel Russo. El juicio que fue seguido por la comunidad sanjuanina, comenzó el 7 de noviembre de 2011 y frente a los jueces pasaron más de 150 testigos y víctimas que relataron el contexto político de la época y la experiencia personal que vivieron durante sus detenciones.

Erize era modelo, estudiaba Antropología y era militante montonera. Desapareció el 15 de octubre de 1976. Tenía 24 años y había nacido en la provincia de Buenos Aires. Era hija de dos franceses. Fue secuestrada en la calle por tres hombres cerca de una bicicletería en Trinidad, San Juan. Había militado junto al padre Carlos Mujica y tenía en su familia varios curas tercermundistas.

Fue trasladada al centro clandestino de detención La Marquesita, donde esta mañana -en vísperas de la sentencia- se señalizó el lugar como sitio de memoria. Nunca más se supo nada de ella.  Su amigo y compañero de militancia, Daniel Russo, fue asesinado en plena calle, cinco días después. Había ido a buscar su bicicleta.

El ingeniero Cámpora tenía 58 años cuando desapareció en 1977 y fue elprimer rector de la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento, una de las instituciones bases de la actual Universidad Nacional de San Juan. Ya había sido alertado sobre lo que podía pasarle y se lo había adelantado en una carta a su hija.

La actual jueza Margarita Camus, el gobernador José Luis Gioja y su hermano, César Gioja, y el actual juez de la Corte de Justicia, Abel Soria Vega, entre otros militantes políticos, estudiantes y dirigentes, fueron algunas de las decenas de víctimas que sufrieron torturas y secuestros en la provincia.

La sentencia a los militares que formaron parte del aparato represivo del estado en la provincia cuyana durante los años de plomo fue leída en el edificio del Rectorado de la Universidad Nacional de San Juan, que fue sede de casi todo el proceso. La escuchó una multitud integrada por víctimas, militantes de organizaciones de derechos humanos y las agrupaciones políticas Unidos y Organizados, La Cámpora y Kolina, que celebraron el fallo ruidosamente y con emoción, después de escuchar en silencio la sentencia.