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Diego Lagomarsino podría volver a declarar hoy ante la fiscal y la jueza. Ya no sería en calidad de testigo, sino como imputado por haberle prestado un arma a Alberto Nisman. Viviana Fein investiga el trabajo del joven informático, y quiere confirmar si el fiscal de la UFI AMIA pidió prestada el arma y por qué.
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, cuestionó la versión de Diego Lagomarsino, el colaborador de Alberto Nisman que le prestó el arma de la que salió el tiro que terminó con su vida. El funcionario dijo que la pistola calibre 22 “no es un arma para defensa, ni mucho menos”, y concluyó que “tendrá que dar muchas explicaciones”. El técnico informático podría ser citado a declarar hoy, pero ya como imputado por prestarle la pistola al fiscal.
La fiscal Viviana Fein tomó declaración testimonial a los custodios del titular de la UFI AMIA, y las palabras de uno llamaron la atención. Según el diario La Nación, el policía Rubén Benítez contó que Nisman le había pedido asesoramiento para comprar un arma. Dijo que Nisman quería saber qué arma era mejor para tener en la guantera del auto “por cuestiones de seguridad cuando saliera con sus hijas”. La conversación sucedió el sábado a la mañana, y el fiscal le dijo que iba a comprar el arma el lunes.
Lagomarsino declaró que el sábado a la mañana Nisman le pidió prestada su Bersa calibre 22, y dijo que se la llevó a su departamento en las torres Le Parc cerca de las 8 de la noche. Como las armas se registran en forma personal, el técnico informático puede haber cometido un delito que prevé de uno a seis años de prisión por llevarle al fiscal la pistola que finalmente terminó con su vida. Nisman tenía dos armas registradas hace más de diez años, pero todo indica que ya no estaban en su poder. La fiscal Fein evalúa imputar a Lagomarsino, que hoy podría ser citado a declaración indagatoria.
Berni cuestionó ayer los puntos oscuros de la declaración de Lagomarsino. “Tendrá que dar muchas explicaciones acerca de por qué le entregó el arma”, dijo. Anticipó que “tendrá que explicar su versión y la fiscal tendrá que corroborar si esa versión es verdadera o no”. El funcionario dijo que la pistola que el técnico le prestó a Nisman no es para defensa personal por su bajo calibre. “Todos los que conocemos sabemos que un arma 22 no sirve para defensa, ni mucho menos”, explicó. Y se preguntó si Lagomarsino no le llevó a Nisman un mensaje “de parte de Stiuso”.
El joven colaborador fue el último en ver con vida a Nisman, y varios puntos oscuros llaman la atención de la fiscalía. Lagomarsino estaba contratado en la UFI AMIA para realizar un trabajo bastante sencillo y a distancia –trabajaba desde su casa y muchas veces iba directamente a la casa del fiscal–. Dijo que su función era realizar backups de archivos, desencriptar y encriptar información, pero cobraba un salario desproporcionado de 41 mil pesos. Fein quiere despejar dudas sobre la función de Lagomarsino, y determinar si se era o no un enlace de inteligencia.
El informático hizo llegar al diario Página/12 la versión de que el ex agente de inteligencia Antonio Stiuso había recomendado a Nisman que se cuidara de su custodia y que se ocupara de la seguridad de sus hijas. Según él, esa fue la razón por la que le pidió el arma. Sin embargo, no declaró lo mismo ante la fiscal. Si confirmara esa versión en sede judicial, sería la primera vez que se nombre al ex director de Operaciones en el expediente.
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