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“Queremos llevar tranquilidad a los nietos que esperan ser encontrados, a los familiares que depositaron su sangre para buscarlos y al público en general”, dijo Estela de Carlotto, que encabezó la conferencia de prensa que Abuelas de Plaza de Mayo convocó para informar sobre el traspaso del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) a la órbita del Ministerio de Ciencia, Técnica e Innovación Productiva, como lo establece la Ley 26.548 de 2009. Estuvieron junto a ella los profesionales designados, acorde a la ley, para garantizar “la transparencia en el traspaso”, la “seguridad de las muestras” y la “continuidad para el personal”.

Abuelas organizó la conferencia porque consideraron necesario llevar tranquilidad a los involucrados. Lo hizo a raíz de las recientes declaraciones de la actual directora del BNDG, María Belén Rodríguez Cardozo, que se consideró “desplazada”  del cargo y, según informó el fiscal Pablo Parenti a cargo de la Unidad especializada en casos de apropiación de niños y niñas durante el terrorismo de Estado, “paralizó” la actividad de la institución que preside. Así lo afirmó el fiscal en un oficio dirigido a Cardozo, “para que ese organismo cumpla su papel en causas judiciales destinadas a restituir la identidad a hijos de detenidos-desaparecidos”.

Parenti tomó esa resolución después de la suspensión de una audiencia en San Isidro. En el oficio, le pidió en particular a la actual directora del Banco que “disponga la concurrencia del personal encargado de las extracciones de muestras biológicas a las audiencias convocadas por diversos jueces del país”. Según la Unidad, informó a través del sitio de la Procuración General de la nación, el BNDG no envió a los peritos porque Rodríguez Cardozo considera que cesó en sus funciones desde que el Poder Ejecutivo publicó un decreto de designación de una nueva autoridad de la institución, surgida de un concurso público pero que todavía no asumió el cargo

Creado en 1984 por impulso de Abuelas, el BNDG trabaja para la identificación de los niños y niñas –hoy hombres y mujeres– arrancados de sus familias durante la última dictadura cívico militar. Al comenzar la conferencia en el primer piso de la casa de Abuelas, Estela recordó la historia de la lucha que encararon para encontrar un método científico que les permitiera reencontrase con sus nietos.

“Al principio buscamos mirando las caritas”, contó, pero cuando no fue suficiente “salimos al mundo en busca de ayuda”. Con el tiempo consiguieron lo que estaban buscando, ese estudio se llama "Índice de Abuelidad" en referencia al trabajo y la búsqueda de Abuelas de Plaza de Mayo, y permite identificar el origen biológico de una persona con un 99,9% de probabilidad. En 1987, el Congreso Nacional sancionó la ley 23.511 que creó el BNDG, que funciona hasta ahora en el hospital Durand, que administrativamente depende de la ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Estela estuvo acompañada por Rosa Roisinblit, vicepresidenta de la organización. Y contó que al comienzo esa dependencia fue bipartita: la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (en la órbita del Poder Ejecutivo Nacional hasta 1994) proporcionaba el personal y el espacio físico en el Laboratorio de Inmunología del Hospital Durand, mientras que el Ministerio de Salud de la Nación era responsable del equipamiento y los insumos. “Porque el Durand era el único que estaba en condiciones de realizar los estudios”, explicó Estela.

"Queremos cuidar y preservar el Banco para encontrar a los que faltan”

La Ley 26.548 del año 2009 mantuvo la dependencia original del BNDG del Poder Ejecutivo Nacional, pero la transfirió al ámbito del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Con ese fin, desde 2010 el ministerio sostiene la compra de insumos y equipamiento necesarios para el funcionamiento del Banco. Y, la semana pasada se dieron a conocer los resultados del concurso para cubrir el cargo de director y subdirector técnico del Banco, lo que motivó el rechazo de la actual titular del banco.

Durante el encuentro con la prensa, Manuel Gonçalves –uno de los nietos que recuperó su historia gracias a la búsqueda de Abuelas- señaló que "no llama la atención que sea el grupo Clarín quien intenta desprestigiar al BNDG y fogonea una situación que no es tal". Y aseguró: “Si algo queremos es cuidar y preservar el Banco para encontrar a los que faltan”, dijo.

También estuvieron los representantes del equipo a cargo del traspaso. Como integrante de ese equipo, Alan Temiño señaló que “los pasos que siguen en la reforma del organismo garantizan la transparencia en el funcionamiento y manejo de información”. E informó que se envió un oficio a la actual directora del Banco, para que “no se suspendan las actividades”.

Víctor Penchaszadeh, otro de los integrantes de ese equipo, explicó cómo se realizó ese concurso público de autoridades Y, como su colega, Héctor Targovnik remarcó que para elegir al nuevo equipo de estará a cargo del Banco “no se vetó a nadie”, en alusión al hecho de que Rodríguez Cardozo eligió no presentarse a concursar para el cargo. “Es una forma de democratizar la elección de autoridades, haciéndola transparente”, aseguró Targovnik

“El Banco fue, es y será el instrumento vital para el hallazgo de nuestros nietos”, dijo Carlotto al concluir.

MB/RA