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No son los únicos: la Cámara Federal de Casación Penal ratificó las condenadas a otros trece genocidas que operaron en el circuito ABO. Entre los hechos que fueron juzgados en esta causa se encuentra la muerte de la madre del actual diputado Eduardo “Wado” De Pedro.
La Cámara Federal de Casación Penal confirmó las condenas por delitos de lesa humanidad de 16 represores que actuaron durante la dictadura cívico-militar en los centros clandestinos de detención y exterminio del circuito ABO (Club Atlético, Banco y Olimpo). Se confirmaron las condenas de, entre otros, Raúl Antonio Guglielminetti, conocido como “Mayor Guastavino”, Julio Héctor Simón, el “Turco Julián”, y Juan Miara, apropiador de los mellizos Reggiardo Tolosa.
El 21 de diciembre de 2010, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de la Capital Federal condenó a penas de prisión perpetua y 25 años de prisión a los represores. En su mayoría pertenecieron a la Policía Federal, aunque también del Servicio Penitenciario Federal, del Ejército y de Gendarmería.
Los condenados en aquella sentencia fueron Raúl Antonio Guglielminetti, (condenado a 25 años de prisión), Julio Héctor Simón, Samuel Miara, Raúl Gonzales, Juan Carlos Avena, Eduardo Emilio Kalinec, , Eufemio Jorge Uballes, Luis Juan Donoccik, Oscar Augusto Isidro Rolón, Roberto Antonio Rosa, Guillermo Víctor Cardozo, Eugenio Pereyra Apestegui, Ricardo Taddei (25 años) , Enrique José Del Pino, Mario Alberto Gómez Arenas y Carlos Alberto Roque Tepedino (25 años), quien falleció.
Entre los hechos que fueron juzgados en esta causa se encuentra la muerte de la madre del actual diputado e integrante del Consejo de la Magistratura, Eduardo “Wado” De Pedro. El 11 de octubre de 1978, el grupo de tareas II que actuaba bajo la órbita del Olimpo, ingresó en la casa ubicada en el barrio de Floresta, sobre la calle Belén al 300, con “armas de fuego y elementos explosivos” asesinó a Carlos Guillermo Fassano y a Lucila Adela Révora.
Por aquellos años De Pedro, hijo de Lucila, tenía un año y once meses de edad y estaba en la casa que fue atacada. Los represores se lo llevaron y lo mantuvieron oculto hasta el 13 de enero de 1979, cuando lo devolvieron a su familia materna. De Pedro fue uno de los querellantes en la causa. Aquel operativo fue realizado por Tepedino y fue Goméz Arenas quien lo ordenó.
Para los jueces de la Casación, Eduado Riggi, Juan Gemignani y Gustavo Hornos, “los hechos examinados en las presentes actuaciones han sucedido en el contexto de la represión ilegal, ejecutada en forma generalizada y por un medio particularmente deleznable cual es el aprovechamiento clandestino del aparato estatal”, explican recordando las palabras de la Corte Suprema de Justicia.
Más allá de esto, los jueces rechazaron todos los recursos de casación que fueron presentados por las partes. Pero confirmaron la absolución de Juan Carlos Falcón, alias “Kun Fu”. Una de las querellas, encabezada por el CELS, apeló el sobreseimiento pidiendo que se lo condene a la pena de prisión perpetua.
Sostuvieron que al absolverlo el tribunal realizó una “errónea valoración de la prueba” porque Falcón se desempeñó como integrante del “staff” de represores en el circuito ABO y los testigos lo reconocieron durante el juicio a partir de las fotografías obrantes en el legajo personal de la Policía Federal. Diecinueve testimonios refieren su presencia en los tres centros clandestinos, más dos testimonios que fueron incorporados por lectura.
Los jueces explicaron que quedó “demostrada la imposibilidad de comprobar con certeza suficiente que Juan Carlos Falcón fuera el sujeto apodado ‘Kung Fu y “que operaba en los centros de clandestinos investigados”. Por eso, argumentaron, “no es posible atribuirle los graves y aberrantes delitos que a ultranza le reprochan las acusaciones”.
Club Atlético, Banco y Olimpo
El circuito ABO funcionó al menos desde febrero de 1977 hasta enero de 1979, bajo la órbita operacional del entonces General de División Carlos Guillermo Suárez Mason a cargo del Comando del Primer Cuerpo del Ejército correspondiente a la Zona de Defensa I. Se trató de un único centro que fue mudando su sede sucesivamente, pero que mantenía sus guardias, detenidos, modus operandi e, incluso, su mobiliario.
Atlético estaba ubicado entre las calles Paseo Colón, San Juan, Cochabamba y Azopardo en lo que eran dependencias de la Superintendencia de Administración. Tenía capacidad aproximada para mantener en cautiverio a 200 personas y según datos que se expresaron en el juicio “se habrían alojado allí más de 1500 personas”. Operó desde mediados de 1976 hasta diciembre de 1977. Fue demolido para la construcción de la autopista 25 de Mayo.
El Banco funcionó en la intersección de la autopista Richieri y el Camino de Cintura, en La Matanza, provincia de Buenos Aires. Eran instalaciones que pertenecían y pertenecen a la Policía de la provincia de Buenos Aires. En aquel sitio operaron varias fuerzas desde fines de 1977 a mediados de 1978.
El Olimpo operó en la División Mantenimiento de Automotores de la PFA, ubicado en las calles Lacarra y Ramón L. Falcón de la Ciudad de Buenos Aires. Funcionó desde del 16 de agosto de 1978 hasta comienzos de 1979, en que fue desmantelado. Hoy los tres lugares son sitios de memoria.
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