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Son los antecedentes de la empresa donde trabajaba, el prontuario con el seguimiento que le hizo la policía durante la última dictadura cívico-militar y la orden de detención. La Presidenta también le dio el legajo laboral de su abuelo en la empresa YPF.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió hoy en audiencia al nieto recuperado Ignacio Guido Montoya Carlotto para entregarle informes de inteligencia de la policía de Santa Cruz sobre su padre secuestrado y los folios laborales de su progenitor, y también de su abuelo, cuando fueron trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Ignacio Guido se reunió con la mandataria en la quinta presidencial de Olivos, acompañado de su abuela y titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; del secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda; y de Sabrina Gómez Montoya, una de sus primas.
Cristina le entregó a Ignacio Guido los documentos policiales que recolectó durante la última dictadura la policía de Santa Cruz, en la ciudad de Caleta Olivia, de donde era oriunda la familia paterna de Ignacio Guido, cuidadosamente encuadernados para su conservación. Luego del encuentro, la Presidenta explicó que "le hizo entrega de una carpeta que le dio la empresa en donde constan los antecedentes de trabajo del padre y el abuelo de Guido pero a la vez le entregó otra carpeta, muy bien preparada para su conservación, con el prontuario de su papá".
"Ahí se ve el seguimiento que le hizo la policía durante la dictadura cívico-militar y cómo lo rastreaban en la ciudad de La Plata, en donde conoció a mi hija y en donde ayer algunos amigos de ellos le contaron a mi nieto cómo se conocieron sus padres, Laura y Walmir", abundó Estela. En el expediente de la policía santacruceña también se encontraron fotos que "ratifican el sorprendente parecido que tenía mi nieto con su padre", dijo.
En Caleta Olivia se erigió un monumento en recuerdo de los tres desaparecidos en la ciudad, uno de ellos es Walmir Oscar "Puño" Montoya, padre de Ignacio Guido, y cuyo apodo "Puño", el nieto recuperado lució estampado en su remera, de la línea de ropa que confeccionan sus primas Montoya.
"Él (Ignacio Guido) está en este momento transitando el reconocimiento de su verdadera historia y no le es fácil porque lógicamente le mueve mucho pero está abocado a presentarse como músico: esa es su vocación y su necesidad para volcar ahí sus angustias y sus momentos", sintetizó Estela de Carlotto.
En la audiencia con Cristina, Ignacio Guido y Estela comentaron el viaje que hará la familia Carlotto al Vaticano, por invitación del papa Francisco, el 5 de noviembre próximo a las 17, en la sede de Santa Marta. "Somos unos 18 Carlotto los que vamos, invitados por el Papa, así que se haga cargo", bromeó la titular de Abuelas. Valoró el rol de Francisco y recordó: “Lo vi en abril del año pasado con los brazos abiertos, con su bonhomía, y eso es muy bueno porque la Iglesia está cooperando en este momento con nosotros para ver si la comunidad católica destapa todo aquello que puede conducirnos a saber dónde están nuestros nietos".
Fresneda por su parte destacó que los legajos laborales y policiales rescataron la "identidad documental" de Ignacio Guido. "Hay una burocracia institucional que muchas veces no parece útil pero frente a estos episodios vienen a recuperar la memoria".
La historia de Puño
Ignacio Guido nació el 26 de junio de 1978 en una maternidad clandestina de la dictadura. Ese mismo día, pero de 1944, a 15 kilómetros de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, se fundó el campamento petrolero Cañadón Seco, donde creció Walmir Oscar “Puño” Montoya, el padre de Ignacio, pareja de Laura Carlotto.
Puño había nacido el 14 de febrero de 1952 en Comodoro Rivadavia. Su abuela le puso el sobrenombre cuando era un nene. El que luego sería el último amor de Laura Carlotto hizo la colimba en 1970. Llegó a Buenos Aires o La Plata corrido por la dictadura. Y en su militancia platense, siempre dentro de Montoneros, conoció a Laura.
Entre sus compañeros de militancia lo conocían con el nombre de guerra "Petiso", "Chiquito" o "Capitán Jorge”, aunque los dirigentes de la organización Montoneros estiman que no había alcanzado ese rango dentro de la estructura. “De Bahía Blanca para el sur teníamos una fuerza chica, pequeños grupos en los pueblos que trabajaban en el frente de masas gremial”, describió un ex dirigente de Montoneros.
Se cree que fue secuestrado junto con Laura en 1977 en una confitería de la Capital. También que ambos fueron llevados al centro clandestino La Cacha. Él fue fusilado rápidamente. "No tendría que ver con su grado militar en la organización, sino con las operaciones en las que participó. Se la tenían jurada por eso", evaluó ese ex dirigente montonero y confirmó que su militancia estaba ligada a la Juventud de Trabajadores Peronistas (JTP), el nombre que tenía la agrupación sindical de Montoneros.
En mayo de 2009, en el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) fueron reconocidos sus restos. Había sido enterrado como NN en el cementerio de Berazategui el 27 de diciembre de 1977.
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