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23-12-2015|17:11|Lesa Humanidad Nacionales
Quedó a disposición de la jueza Zunilda Nirenperger

Detienen al ex policía Carlos Chávez, prófugo en la causa “Ligas Agrarias”

Era buscado por la muerte del dirigente Carlos Piccoli, en 1979, en el marco de la investigación por la feroz represión sobre los integrantes de esa organización campesina, durante la última dictadura militar. La causa fue reabierta en 2011, a partir de un pedido de la fiscalía. Después de diez meses de evadir a la Justicia, Chávez fue detenido en Quitilipi, Chaco.

  • Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Resistencia
Por: Infojus Noticias

Los días en la clandestinidad del ex policía Carlos Chávez, señalado como uno de los matadores en el año 1979 de Carlos Piccoli, un dirigente de las Ligas Agrarias, terminaron. Después de diez meses de evadir a la Justicia, fue apresado ayer en la casa de un pariente en Quitilipi, un pueblo de 32.000 habitantes en el corazón de la provincia de Chaco, por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). “Con la detención de Chávez, ya están todos los que fueron requeridos en esta causa, porque el resto están presos o fallecieron”, dijo Diego Vigay, uno de los tres fiscales que integran la Unidad Fiscal, a Infojus Noticias. La jueza a cargo de la causa, Zunilda Nirenperger, había recibido el pedido de los fiscales y ordenado una serie de medidas para detener al hombre que estaba prófugo desde el 20 de marzo de 2015. En los próximos días, la magistrada podría dictar su procesamiento.

Carlos Piccoli fue emboscado la noche del 22 de abril de 1979, en un retén policial por dos policías de la Dirección de investigaciones de Sáenz Peña, en un camino vecinal que se conoce como cruce de Ramella, en la zona rural de Sáenz Peña. Iba a bordo de su bicicleta, cuando fue sorprendido por Chávez y otro agente, que lo esperaban a la vera del camino, entre los pastizales, armados con una ametralladora PAM 3 y un fusil FAL. Piccoli era un dirigente referenciado de las Ligas Agrarias, que había tenido que escapar del país en 1975 hacia España y había vuelto el año de su muerte para reactivar el contacto con los pequeños productores, en el marco de la contraofensiva.

En la causa judicial que se instruyó en ese momento, los dos policías dijeron que habían tenido un enfrentamiento con Piccoli, a veinte o treinta metros de distancia, y había resultado muerto. En 2011, con una presentación de la fiscalía, se abrió la causa conocida como “Ligas Agrarias”, donde se investiga la represión feroz sobre los integrantes de esa organización campesina. En ese expediente, la unidad fiscal —que, además de Biscay, conforman los fiscales Patricio Sabadini y Carlos Martín Amad— puso en cuestionamiento la versión oficial del enfrentamiento. “Viendo los testimonios del expediente, y teniendo en cuenta la sistemática versión de supuestos enfrentamientos que resultaron fusilamientos, como quedó demostrado en el juicio de la llamada Masacre de Margarita Belén, pedimos que se detuviera a los responsables de su muerte”, explicó Vigay.

El 4 de mayo de 2015, se exhumó el cadáver de Piccoli del cementerio de Saenz Peña y, dos días después, el de su compañero Raúl Gómez Estigarribia. Son las muertes por las que la Justicia acumuló más pruebas de falsedad: no se trató de enfrentamientos sino de asesinatos, llanos y lisos. El Equipo Argentino de Antropología Forense determinó que la herida que tiene el cráneo es de grueso calibre y con una trayectoria de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba, que no se condecía con la versión original de la policía. El 20 de marzo pasado, por pedido del Ministerio Público Fiscal, la Justicia ordenó la detención de Chávez como partícipe necesario en el asesinato de Piccoli. “Aprovechando que era un fin de semana largo y que viajó desde su casa en Sáenz Peña a Resistencia, y como tiene varios familiares en la policía, Chávez se enteró del pedido de captura y se dio a la fuga”, detalló Vigay a esta agencia.

A partir de ese momento, todo fueron dudas. Al parecer, el ex policía se mantuvo en la provincia todo este tiempo. Ayer, después de cruzar números telefónicos, domicilios declarados, y otras medidas, dieron con él: atravesaba su clandestinidad en la casa de un familiar, en el interior de la provincia. “Las Ligas Agrarias eran un movimiento social extremadamente grande, que abarcaba a casi 15.000 trabajadores, que llegó a producir el 60 por ciento del algodón plantado y cosechado en la provincia de Chaco, que estaba poniendo una hilandería, que tenía una flota de camiones, farmacias, fábricas de vino. Por eso, fue el blanco de una represión salvaje entre 1975 y 1980”, explicó Biscay. Uno de sus principales competidores en aquel momento era el grupo Bunge y Born.

En el expediente que investiga la represión sobre las Ligas, también están detenidos el oficial de Inteligencia del Ejército Tadeo Betolli; el comisario General Eduardo Wischnivetzky; el oficial José Francisco Rodríguez Valiente; y los agentes Miguel Antonio González y Alcides Roberto Safenraiter, todos de la Policía del Chaco. Ya fueron indagados. Ahora Chávez tendrá su oportunidad, antes de que la jueza resuelva su situación procesal.

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