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En los ´70, fue un eslabón clave de la estructura represiva de Santiago del Estero. Trabajó bajo las órdenes del ex jefe de Inteligencia Musa Azar. Se había fugado en 2011, antes de que comenzara una causa en la que está imputado por delitos de lesa humanidad.
A Roberto Díaz Cura, ex agente de la Policía de la provincia de Santiago del Estero, le decían “Sifón”. Así lo conocían sus compañeros represores. Hacía tres años que estaba prófugo de la justicia. Se paseaba por las calles céntricas de Tucumán, cuando fue sorprendido como un hombre común y corriente al que le piden identificación.
-Buenas noches, ¿Usted es Roberto Díaz?- le preguntó un agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
-Sí, soy Roberto Díaz. ¿Qué pasa?- respondió. Estaba acompañado de dos familiares con los que buscaba un lugar para cenar.
A los pocos minutos, lo esposaron. Quedó detenido y, de inmediato, fue trasladado a Santiago del Estero. Lo alojaron en el Servicio Penitenciario Federal de Colonia Pinto, donde están otros ex represores santiagueños, con excepción de Musa Azar, quien por razones de salud está en el Penal de Ezeiza.
Antes de escapar de su provincia, Díaz Cura estuvo detenido más de dos años y su defensa consiguió un cese de prisión, pese a lo cual debía presentarse periódicamente en la sede del Juzgado Federal. Algo que dejó de cumplir, porque se fugó en 2011, antes de que comenzara la denominada "Megacausa II", en la que está imputado por los delitos de privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos y asociación ilícita. Fuentes judiciales de Santiago del Estero esperan que, en las próximas horas, sea interrogado.
El pedido del “estado de rebeldía” de Díaz había sido solicitado por el fiscal Gustavo Gimena el 14 de junio de 2011, en tanto que el 4 de agosto de ese mismo año la fiscal subrogante Karina Salomón pidió que la Policía de Seguridad Aeroportuaria participe en la búsqueda. Sumado a eso, la Justicia Federal ordenó su captura a nivel nacional e internacional. Según confiaron fuentes judiciales a Infojus Noticias, el trabajo de inteligencia se había incrementado en los últimos cuatro meses, luego de que se descartaran dos hipótesis. Se creía que podía estar refugiado en el sur del país o en Bolivia. Pero las últimas pistas hablaban de que estaría en Tucumán, donde una de sus hijas estudia una carrera universitaria. Allí lo encontraron.
En los ´70, “Sifón” Díaz fue un eslabón clave de la estructura represiva provincial. Era oficial ayudante del Departamento de Informaciones Policiales (DIP, conocida como la "Side santiagueña") y trabajó bajo las órdenes del ex jefe de Inteligencia Musa Azar y del ex subjefe del DIP durante la dictadura, Miguel Tomás Garbi, ambos condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. Está procesado, entre otras causas, por el crimen del abogado Abdala Auad. A su vez, es el único ex efectivo del DIP que no fue juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la vecina provincia, por lo que quedaron abiertas las causas en su contra en los procesos conocidos como “Megacausa I y II”.
A fines del año pasado, el Tribunal Oral de Santiago del Estero dio la última sentencia por delitos de lesa humanidad en dicha provincia, por la denominada "Megacausa II". Condenó al ex comisario Musa Azar a prisión perpetua y a 25 años de prisión al ex comisario Miguel Tomás Garbi. En el mismo veredicto, los ex policías santiagueños Ramiro López Velloso fueron condenados a 14 años de cárcel; Francisco "Paco" Laitán a 8; Juan "Sérpico" Bustamante a 6 y el ex militar Jorge D´Amico a 4 años de prisión. Por su parte, Marta Cejas, la primera esposa de Musa Azar que cumplía funciones en la DIP y el Penal de Mujeres de Santiago del Estero, fue condenada a 3 años de prisión condicional y al ex policía Pedro Ledesma se le aplicó una pena de 2 años.
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