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Carlos Quetglas fue perito de la policía hasta entrados los 80. Estaba prófugo desde diciembre de 2012 por una causa de lesa humanidad ocurrida en Campana en 1974.
La semana pasada el médico Carlos Quetglas se despidió de sus vecinos de la calle Cáceres al 2000 de Campana. Después de diez años en el Barrio Vitramu, iba a mudarse con su esposa a la ciudad balnearia de Necochea. Pero sus planes se interrumpieron cuando fue detenido por la Policía Federal. Quetglas estaba prófugo desde diciembre de 2012 por una causa de lesa humanidad ocurrida en Campana en 1974.
M.Q. era una joven de 16 años y militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de Campana cuando fue detenida ilegalmente en diciembre de 1974. Desde ahí la trasladaron a la Base de Prefectura de Campana y a otras dependencias militares donde la torturaron con picana. Pasaron cinco días hasta que pudo regresar a su casa. Fuerzas de seguridad la obligaron a entrevistarse con un médico forense de la Policía Bonaerense. Ahí conoció a Quetglas, perito de la policía de Campana (trabajó ahí hasta entrados los años ´80). Pese a los golpes en su rostro y su cuerpo, el médico dejó constancia que M.Q. no tenía hematomas ni signos de haber sido torturada.
Tuvieron que pasar más de 35 años para que un juez federal pidiera la detención de Quetglas y el médico debiera rendir cuentas de su pasado. El juez subrogante Adrián González Charvay de Campana ordenó su detención en diciembre pasado. Pero el médico nunca se presentó ante la Justicia. En mayo pasado González Charvay pidió su captura. El sábado a las dos de la mañana la Policía Federal, con la colaboración de la DDI de Campana, lo detuvo. Quetglas fue trasladado a la Unidad Penal N°28 de la Ciudad de Buenos Aires, en el Palacio de Justicia de la calle Lavalle.
El domingo Quetglas se negó a dar declaración indagatoria y el juez tendrá que decidir el futuro de este hombre de 83 años. Si bien el caso de M.Q. fue previo al golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976, está caratulado como de lesa humanidad por la definición que dio la Corte de Suprema de Justicia de la Nación sobre todos aquellos delitos cometidos por fuerzas de seguridad posteriores a la declaración de Estado de sitio en noviembre de 1974, en el marco preparatorio a lo que fue la dictadura.
No es la primera vez que Quetglas debe comparecer ante la Justicia. En 2011 tuvo que declarar por el caso de Gastón Gonçalves, militante montonero asesinado en marzo del ´76, por haber firmado el acta de defunción de Gonçalves. Alegó que, como médico de la policía, era su actividad y su tarea firmar certificados de ese tipo, y no fue procesado. Por la muerte de Gonçalves, Luis Abelardo Patti fue condenado a prisión perpetua.
El miércoles a la noche el juzgado federal de Campana recibió la noticia de que Quetglas estaba en su domicilio de la calle Cáceres 2013. Dos días después agentes de las fuerzas policiales lo fueron a buscar a su domicilio y lo detuvieron, antes de que viajara a Necochea. Durante estos meses la Justicia le había enviado citaciones, y había tratado de encontrarlo varias veces en su casa pero sin lograrlo, hasta el sábado. “Quetglas era un símbolo de la impunidad civil” dijo a Infojus Noticias una vecina de Campana. El médico tenía una trayectoria conocida en su ciudad y era miembro del Club de Leones.
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