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Adrián Gentili era su colega de confianza al frente de la investigación y ya lo había reemplazado en otras ocasiones. Durante tres años fue el fiscal antidrogas de la Ufidro pero fue denunciado por nepotismo y por hacer tareas ilegales de inteligencia.
La vacante que deja el fiscal Alberto Nisman en la Unidad Fiscal de Investigaciones de la causa Amia será subrogada hasta el 31 de enero por el fiscal ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Martín, Alberto Adrián Gentili. En varias oportunidades el funcionario judicial estuvo a cargo de la fiscalía especial cuando Nisman estaba de licencia o en tiempos de feria judicial. Era su colega de confianza al frente de la investigación.
El ahora fiscal subrogante de la causa AMIA pasó 21 de sus 48 años en la Justicia Federal. A poco de haberse graduado, a los 27, entró como oficial en un Juzgado de Morón, donde al año siguiente fue nombrado secretario. Abandonó el cargo en 2001 cuando asumió al frente de la Fiscalía Federal 2 de Lomas de Zamora. En paralelo fue designado en agosto de 2003 como fiscal coordinador de la Unidad Especial Móvil para la Investigación de Secuestros Extorsivos. Tres años después lo trasladaron a la Unidad de Apoyo Fiscal para la Investigación de Delitos Complejos en Materia de Drogas y Crimen Organizado (Ufidro). Mientras era fiscal Lomas, uno de sus secretarios, Ariel Berse -que en la práctica había quedado a cargo de la Fiscalía-, fue denunciado por el presunto pedido de coimas a una empresa para “limpiarle” una causa por contaminación.
En noviembre de 2006 fue trasladado de Lomas de Zamora a la Fiscalía Federal 2 de San Isidro. Allí estuvo hasta noviembre del 2012, cuando asumió su actual cargo en la Fiscalía General ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Martín.
El zar antidrogas
Durante tres años Gentili se desempeñó al frente de la Unidad de Apoyo Fiscal para la Investigación de Delitos Complejos en Materia de Drogas y Crimen Organizado (Ufidro). Lo hizo sin dejar su cargo al frente de la Fiscalía Federal 2 de Lomas de Zamora.
A poco de asumir al frente de la fiscalía antidrogas comenzaron los problemas. Su antecesora, Mónica Cuñarro, lo denunció por nepotismo –por designar familiares en su dependencia- pero la causa fue archivada. La Liga Argentina por los Derechos del Hombre lo acusó penalmente por realizar tareas de inteligencia ilegal sobre organizaciones políticas y sociales. Entre los investigados se destacaban el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y el dirigente del Partido Comunista Patricio Echegaray, a quienes el fiscal acusó de ser parte de la estructura de financiamiento en Argentina de las FARC.
En su época de “zar antidrogas”, Gentili sumó otro escándalo. Según denunció el periodista Horacio Verbirtsky en 2008, el fiscal participó de una fiesta del Día de la Primavera con karaoke en el departamento del abogado Julio Virgolini. El letrado era defensor de dos famosos narcotraficantes: el peruano Marco Antonio Estrada González, condenado por ser el jefe de una banda que operaba en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores y Enrique Piana, acusado por lavado y tráfico de drogas en la causa Viñas Blancas.
Gentili había ido a la fiesta del Día de la Primavera con cuatro secretarios de la Ufidro. Uno de ellos era Horacio “Toto” García, hoy subsecretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de Buenos Aires y mano derecha del ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro.
“La Ufidro, en vez de utilizarse para apoyar a fiscales en causas de narcotráfico, fue usada para meterse en otras causas. Lo que hacían era proteger actividad de inteligencia”, explicó a Infojus Noticias un fiscal que pidió mantener su nombre en reserva.
En medio del escándalo, Gentili presentó su renuncia y el entonces procurador General de la Nación, Esteban Righi disolvió la Ufidro.
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