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El Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero (TOF) condenó hoy al ex comisario Musa Azar a prisión perpetua y ordenó su inmediato traslado a la cárcel federal de Pintos, en el marco del veredicto por la denominada "Megacausa II". Con esta sentencia suman ahora 500 los represores que recibieron condenas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura cívico militar. El represor fue encontrado culpable del asesinato de la empleada doméstica Consolación Carrizo y tormentos en perjuicio de otras 31 personas.

El máximo tribunal, presidido por María Alicia Noli e integrado por Graciela Fernández Vecino y Luis Imas, también condenó a 25 años de prisión al ex comisario Miguel Tomás Garbi, subjefe de la Dirección de Informaciones Policiales (DIP) que dirigía Musa Azar.

Garbi, que al igual que Musa Azar cumple otras dos condenas a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, fue encontrado responsable de los delitos de violación sexual calificada en perjuicio de una ex presa política, secuestros y tormentos. En el mismo veredicto, los ex policías santiagueños Ramiro López Velloso fueron condenados a 14 años de cárcel; Francisco "Paco" Laitán a 8; Juan "Sérpico" Bustamante a 6 y el ex militar Jorge D´Amico a 4 años de prisión.

Por su Marte, Marta Cejas, la primera esposa de Musa Azar que cumplía funciones en la DIP y el Penal de Mujeres de Santiago del Estero, fue condenada a 3 años de prisión condicional y al ex policía Pedro Ledesma, se le aplicó una pena de 2 años, por los que ambos permanecerán en libertad.

Asimismo, el TOF resolvió absolver a los ex policías José "Pepito" Brao y Carlos Capella, aunque seguirán detenidos en cumplimiento de las sentencias aplicadas en la denominada "Megacausa I".

En la misma resolución, el tribunal remitió al Ministerio Público Fiscal copias de actuaciones en las que víctimas de la represión mencionaron a la ex gobernadora Mercedes "Nina" Aragonés de Juárez, los ex jueces Arturo Liendo Roca, Santiago Olmedo, la secretaria Lorna Hernández, el cura párroco Carlos Marozzi y el ex militar Hugo Badecich, entre otros.

Durante la lectura del veredicto, los acusados no ingresaron al recinto y permanecieron junto a sus familiares en una sala contigua, siguiendo las sentencias a través de un sistema de video conferencias.

Por su parte, más de un centenar de dirigentes y militantes de organizaciones de derechos humanos, que aguardaban frente al edificio del Juzgado Federal de Santiago del Estero, expresaron con cánticos su disconformidad por "las bajas condenas" aplicadas a los represores santiagueños.

Los abogados de las querellas y representantes legales de víctimas de la última dictadura militar, coincidieron en señalar que "las penas aplicadas fueron bajas comparado con los delitos de lesa humanidad, aunque se logró la condena de 8 de los 10 represores que llegaron a juicio".

En tanto, mostraron su beneplácito por el rechazo de prisión domiciliaria y el traslado de Musa Azar a una cárcel común, tras permanecer desde hace más de 9 años, alojado en distintos centros asistenciales de salud públicos y privados.

En la denominada "Megacausa II" también se encontraba imputado el ex policía santiagueño Roberto "Sifón" Díaz, que hace varios años permanece prófugo de la justicia y por el que se ofrece una recompensa de 150.000 pesos.