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En un clima de nervios, tensión y expectativas, enmarcado en el calor húmedo del noviembre andino, ayer se dio por iniciado un nuevo juicio de Lesa Humanidad en Jujuy. Mientras afuera sonaban los bombos y una multitud se convocaba en las calles cortadas, la sensación de otro día histórico se respiraba en el interior del TOF N°1 de Jujuy, integrado por los jueces Carlos Jiménez Montilla, Mario Marcelo Juárez Almaraz y Federico Díaz.  A sala llena comenzó el Juicio que implica al ex militar Horacio Domingo Marengo y 12 ex agentes del Servicio Penitenciario Federal por la privación ilegítima de la libertad y torturas a 80 presos políticos y por el traslado desde el penal de Villa Gorriti hacia la Unidad N°9 de La Plata y el penal de Villa Devoto, realizado en un avión Hércules el 7 de octubre de 1976. Las víctimas fueron golpeadas, agredidas y amenazadas a bordo de la nave de la Fuerza Aérea.

Además de los abogados querellantes, los fiscales, el Tribunal y los trece acusados con la defensa, encabezaron las primeras filas familiares de víctimas y detenidos desaparecidos, integrantes de HIJOS Jujuy, representantes de gremios y sindicatos locales y nacionales, organizaciones de DDHH, sociales y políticas. Los carteles con las fotografías y los nombres de varios de los desaparecidos. Uno de ellos, Avelino Bazán, el dirigente minero desaparecido, estuvo representado por su hermana Rosa, su nieta y su hija Miriam, quien está asistiendo por primera vez al juicio.

Durante toda la tarde, en una jornada intensa que comenzó a las 14:30 y terminó pasadas las 20:30 declararon los otros 12 imputados del Servicio Penitenciario Federal, Osvaldo Chiapparo, Juan Héctor Guenchal, Jorge Néstor Ibáñez, Arnaldo Exequiel Jorge, Eduardo y Ricardo Juárez, Rogelio Masson Iglesias, Juan Carlos Pugni, José Quintela, Cristóbal Retamoso, Andrés Savorani y Rubén Zink, representados por los abogados Matías Gutiérrez Perea, María Retondo y María Nager.  Según sus testimonios, ninguno estuvo en Jujuy en esa fecha ni tampoco en el operativo de traslado de internos, colocándose así fuera del hecho que se juzga en esta causa.

"Nunca estuve en Jujuy"

Entre los testimonios, Juan Carlos Pugni pidió que se leyera la indagatoria de la instrucción  el 9 de abril de 2014 y se abstuvo a declarar. “Jamás estuve en Jujuy, no tengo conocimiento del hecho. Mi primera vez fue cuando me trajeron a juzgar”. Su función en el servicio era como chofer. Por su parte, Osvaldo Chiapparo, retirado del SPF como ayudante mayor se refirió a los viáticos que se mencionaron por realizar los traslados “se los daban a integrantes porque no daban horas extras”. Dijo que estuvo en Jujuy recién en 1997 y que llegó por tierra, “ese fue un operativo”.  Habló sobre el traslado de un servicio provincial a otro, y que cada traslado estaba ordenado por un juez.

 Juan Héctor Guenchal, de 62 años, retirado del SPF, estuvo en la escuela de la fuerza cinco meses, un año y medio, auxiliar en Devoto. “En Jujuy no estuve nunca, hice comisiones, limpieza de armamento”. En cuanto a preguntas de la defensa, sobre el uniforme respondió que era gris y que no llevaban identificación como ahora. No respondió preguntas de la otra parte. También Jorge Ibañéz afirmó no haber estado nunca en Jujuy. “Para mí estas acusaciones no son válidas”, expresó al Tribunal. Era chofer por aquellos años. A estas negativas se sumaron la de Jorge Arnaldo Exequiel, 63 años, SPF, era mecánico, dijo no tener mucho que contar: “No estuve en Jujuy” y Eduardo José Juarez, 69 años de edad, retirado del Servicio Penitenciario Federal, mecánico, adujo lo mismo. “No tuve trato con internos”, recalcó al Tribunal.

De esta manera, sin aportes significativos por parte de los imputados, pero con el testimonio de los 13, se cerró la primera jornada del Tercer Juicio de Lesa Humanidad en Jujuy.

Para el fiscal Pablo Pelazzo, “la importancia de este tercer juicio es que se completa un tramo de los padecimientos que sufrieron los presos políticos pertenecientes tanto al Sindicato de trabajadores del Mina el Aguilar como también a los trabajadores  del Ingenio  Ledesma.”

 “Los traslados que se han hecho en septiembre y octubre del 76 que han tenido que ver con una reorganización de los Servicios Provinciales Penitenciarios hacia el Nacional no era un hecho aislado, era una práctica común de esto que fue el sistema represivo y de tortura durante el terrorismo de Estado”, dijo Eva Arroyo de HIJOS.