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Jorge Federico Schiavone y Enrique Stel están imputados en la causa que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos en el Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca. Los encontraron en Tucumán, donde Stel era funcionario de un área de Seguridad Ciudadana.
Jorge Federico Schiavone y Enrique Stel se paseaban calmos por “el jardín de la República”, a más de 1.500 kilómetros de su provincia, sin saber que una mañana los frenarían en el aeropuerto Benjamín Matienzo y se los llevarían detenidos. Eso ocurrió cuando menos lo imaginaron: un día como cualquier otro, a los tenientes coroneles retirados los alojaron en la cárcel tucumana de Villa Urquiza. En las próximas horas serán trasladados a Bahía Blanca para prestar declaración indagatoria: están imputados por la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Bahía Blanca por su participación criminal en la última dictadura militar. La detención de Stel, además, generó un escándalo mediático: actualmente estaba a cargo del área de Seguridad Privada del Ministerio de Seguridad Ciudadana de Tucumán.
En 1976, tanto Schiavone como Stel fueron integrantes del Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca, un ex centro clandestino perteneciente al quinto cuerpo del Ejército. Schiavone, con el grado de Subteniente, era el Jefe de la Segunda Sección de la Compañía Comunicaciones y Comando, y se encuentra acusado de planificar y ejecutar los secuestros y torturas en perjuicio de 53 víctimas. Por su parte Stel, también subteniente en ese entonces, era Jefe de Sección de la Compañía Combate “My Keller”, y fue acusado por haber planificado y consumado los secuestros, seguidos de tortura, en perjuicio de 51 víctimas.
Los ex militares, que son tucumanos y habrían cumplido funciones en Bahía Blanca durante la última dictadura, fueron detenidos por orden de la Justicia Federal de Bahía. Actualmente, como funcionario público, Enrique Stel estaba a cargo del área de Seguridad Privada del Ministerio de Seguridad Ciudadana de la Provincia y fue director del Liceo Militar Aráoz de La Madrid. También estuvo en la guerra de Malvinas, bajo las órdenes de Aldo Rico. La sociedad tucumana lo respetaba como un hombre de buena moral: varias veces dio charlas sobre el Holocausto ante la comunidad judía.
Ambos fueron llevados hasta el despacho del juez federal Nº1, Daniel Bejas, quien los interrogó. El gran interrogante es qué hacía Schiavone junto a Stel. Una fuente judicial tucumana dijo a Infojus Noticias que probablemente se desempeñaba como su secretario privado. El fiscal Miguel Palazzani, en diálogo con esta agencia, dijo que la orden de detención de ambos exmilitares la había pedido a fines del año pasado. “Ellos estaban a cargo de un grupo de tareas y comandaron los operativos. En ese sentido, intervinieron en secuestros, tormentos y privación ilegítima de la libertad de personas. Les tomaremos indagatoria por el tercer tramo de las causas por el Ejército”, dijo y aclaró que el primer tramo comenzó en 2012, con la denominada causa “Bayón” y siguió el año pasado con la llamada “Stricker”. En todas ellas, el circuito represivo comprendió los principales ex centros clandestinos de detención: “La Escuelita”, la Base naval de Punta Alta y el Batallón 181, donde actuaron Schiavone y Stel.
Los preparativos para una jornada histórica
El próximo martes sucederá un hecho inédito en el marco de los juicios por lesa humanidad: Vicente Massot, director del diario La Nueva Provincia, declarará como imputado. “La causa se deriva de la de ‘Bayón’, y se investigará su participación en diferentes planos del plan criminal de la dictadura en nuestra provincia. Será un suceso muy importante, porque es la primera vez que se tratará la parte civil, lo que nos permitirá avanzar en la recolección de pruebas en relación a la matriz ideológica del terrorismo de Estado”, dijo el fiscal Palazzani.
Y agregó: “La Nueva Provincia fue la que formateó la matriz subjetiva de la sociedad bahiense y tuvo participación concreta en la acción psicológica sobre la población. Hay otro hecho grave: el asesinato de dos obreros gráficos que trabajaron en los talleres del diario. Se trató de Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, que protagonizaron en los ‘70 una lucha por reivindicaciones salariales. Fueron secuestrados en junio de 1976 y fusilados el mes posterior, a 20 kilómetros de la ciudad. El diario solo publicó una breve noticia de su muerte al otro día y nunca más sacó nada”.
Para Palazzani, Massot integró el “grupo decisional” de La Nueva Provincia junto a su madre y a su hermano, ya fallecidos. “Nos tomó tiempo lograr su imputación. La pata civil es la más difícil, pero es un lugar clave, donde incluso la presencia militar fue determinante. Dilucidar esa connivencia es un arma imprescindible para conocer con detalle cómo actuó la dictadura en Bahía Blanca”.
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