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Otros tres imputados recibieron penas de entre 9 y 15 años. Se los condenó por el secuestro, tortura y asesinato de siete personas, entre ellas Dominga Scurta, una maestra rural y militante que fue enterrada como NN.
Ansiedad, nervios, abrazos y la certeza de la Justicia: todo eso se respiraba desde temprano por las calles céntricas de San Salvador de Jujuy. Cerca del tribunal, alrededor del vallado de dos cuadras a la redonda se fueron acomodando desde temprano los integrantes de organizaciones sociales, en un día histórico en el que la Justicia Federal condenó a perpetua a tres represores acusados por delitos de lesa humanidad e impuso penas de 9 a 15 años a otros tres.
Adentro hacía calor. La sala de audiencia se colmó enseguida: familiares, querellantes, compañeros, abogados, periodistas, fotógrafos y militantes. El hijo de Claudia Scurta, Tiziano, de 8 años, levantó orgulloso el cartel con la foto en blanco y negro de su abuela Dominga, maestra rural y militante.
Los integranges del tribunal: Fátima Ruíz López, Daniel Morín, Federico Díaz y Marcelo Juárez Almaraz.
También estuvieron en las primeras filas Laura López - hija de Juana Torres Cabrera y sobrina de Pedro Torres Cabrera-, junto a sus hijos Astor y Tania, y Rosana Giribaldi -hija de Osvaldo Giribaldi- y Judith Lara -hermana de Jaime Lara Torrez. Acompañaron esta jornada los Familiares de Detenidos Madres desaparecidos de Jujuy - línea delantera histórica-, Hijos, Asociación de ex presos Políticos de Jujuy, de Libertador General San Martín, de San Pedro, de Mina El Aguilar, Ana Oberlin - asesora legal y Técnica de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación-, el fiscal federal N ° 2 de Salta, Eduardo José Villalba, Coordinadores del Programa Verdad y Justicia, entre otros.
Unos minutos antes del inicio llegó el titular de la Procuraduría de Causas contra la Humanidad Jorge Auat. Después entraron los integrantes del Tribunal: la jueza Fátima Ruíz López, los vocales Daniel Morín y Federico Díaz y el suplente Marcelo Juárez Almaraz. Pasadas las 18 leyeron la sentencia en el Segundo Juicio de Lesa Humanidad en Jujuy.
Los imputados y sus defensores.
Bajo la declaración de que los hechos investigados constituyen "delitos de lesa humanidad en el marco de prácticas sociales genocidas", en unos pocos minutos se conocieron las condenas. Prisión Perpetua a los ex militares Antonio Vargas y César Díaz y al ex guardia cárcel Ricardo Ortíz, “por ser partícipes necesarios del homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personajes y coautor de privación ilegítima de la libertad por Violencia y/o Amenazas y Tormentos agravados a las víctimas perseguidos políticos contra las víctimas Dominga Alvarez de Scurta, Alicia Ranzoni, Juana y Pedro Torrez Cabrera, Jaime Lara Torrez, Osvaldo Giribaldi y Jorge Turk”. La respuesta de los presentes fue pura ovación, llantos, gritos, las pancartas bien arriba, (casi como queriendo tocar un cielo posible que los contenga).
El ex guardiacárcel Carlos Ortíz fue condenado a 12 años por privación ilegítima de la libertad y tormentos, Herminio Zarate a 9 años de prisión por privación ilegítima de la libertad agravada por violencia, y Mario Gutiérrez a 15 años de prisión “por homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personajes y coautor de privación ilegítima de la libertad agravada por violencia y tormentos a las siete víctimas de este proceso”. Estas condenas no fueron tan bien recibidas como las anteriores y el clima general pasó de la sorpresa y un desconcierto generalizado. “Queríamos la perpetua para todos” se oía entre los presentes, “tanto tiempo esperando y parece que no son suficientes estos años”, decían los familiares de las siete víctimas.
Apenas terminada la lectura el estallido en cantos fue masivo. Los carteles se cruzaron entre abrazos y lágrimas, las cámaras y los flashes invadieron la intimidad de los familiares y compañeros. Con el nudo en la garganta pero la templanza de siempre, Claudia y Raúl abrazaron a cada uno de los compañeros y compañeras que se fueron acercando. Laura, Astor y Tania celebraban con llantos, en medio de comentarios, saludos, susurros. En la otra esquina, Rosana seguía apretujada entre amigos y familiares, y la confusión post “shock”. También, emocionadas y muy presentes, las compañeras de prisión de Dominga Scurta, Juana Torres y María Alicia del Valle Ranzoni): Sara, Mecha, Gladis.
Afuera, en la calle, los cantos y los festejos cerraban otra jornada de Justicia mientras caían los últimos rayos de sol.
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