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“Quedó descartado que los restos óseos encontrados en la zona del Dique San Roque pertenezcan a personas secuestradas y desaparecidas en la última dictadura”, dijo a Infojus Noticias Claudio Orosz, el abogado de HIJOS en Córdoba y representante en la provincia de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Lo aclaró dado que durante la última dictadura, a unos 300 metros de ese lugar, la policía provincial montó un centro de torturas conocido como el “Chalet de Hidráulica”.

El abogado confirmó que se trata de restos humanos, pero “por las características no tiene vínculo con la represión en la dictadura”, aseguró. La indagación judicial del caso comenzó el miércoles, cuando un trabajador de la Dirección Provincial de Agua y Saneamiento (Dipas) encontró un conjunto de restos óseos y una “dentadura postiza”, a la vera del embalse, en el valle cordobés de Punilla. La investigación está en manos de la fiscal provincial Jorgelina Gutiez.

El montaje del “Chalet de Hidráulica” -o “El Embudo”- como como centro de torturas y exterminio tuvo gran visibilidad en 2009, en el juicio por el crimen del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, que además de trabajar en la Dirección de Comunicaciones de la fuerza formó parte del aparato de inteligencia del PRT – ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores y su expresión armada, el Ejército Revolucionario del Pueblo).  

El 25 de septiembre de 1979 una patota de la Dirección de Informaciones (D2) de la policía provincial secuestro a Albareda en el cruce de la avenida Fuerza Aérea Argentina y Ruta 20, cuando volvía a su casa después de la jornada de trabajo. Lo trasladaron al “Chalet de Hidráulica”, donde lo mutilaron y lo dejaron desangran hasta morir. Por su crimen fueron condenados a prisión perpetua el ex jefe del tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez y cuatro ex policías, entre ellos el ex jefe de la fuerza Rodolfo Campos.

El lugar donde funcionó el centro aún está en pie, ahora bajo la órbita de la Agencia Córdoba Turismo. Ubicado en una de las márgenes del lago San Roque, ese chalet construido en 1940 pertenecía la dirección de Hidráulica de la provincia. En septiembre de 1976, la dirección General de Inteligencia de la policía lo tomó en comodato y lo transformó en un centro de torturas, hasta mayo de 1980.

En 2010, con el impulso de la Comisión Provincial por la Memoria, la casa fue enmarcada por un monumento-ventana. Desde allí hay una vista directa a la casa  al otro lado de la península. “Con el tiempo los árboles la fueron tapando, y como no está señalizado el entorno, quienes pasan por la ruta o se acercan al dique a pescar, pueden estar a metros sin saber que allí funcionó un centro de torturas”, dijo a Infojus Noticias Fernando Albareda.

El hijo del subcomisario recordó que los represores eligieron ese lugar justamente porque estaba asilado. Y valora especialmente la propuesta de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, donde trabaja, que semanas atrás comenzó las gestiones para una nueva señalización del lugar. El actual secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, fue justamente quien lo representó en el juicio por el asesinato de su padre, el segundo por delitos de lesa humanidad llevado adelante en la provincia.

MB/RA