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El ministro de Defensa Agustín Rossi entregó a las Abuelas de Plaza de Mayo un libro que publicó las copias de las actas secretas de la dictadura cívico-militar, que fueron encontradas el año pasado en el subsuelo del edificio Cóndor, sede de la Fuerza Aérea. “Para Abuelas, este acto tiene un valor histórico. No es simbólico, es real y concreto. Da escalofríos ver la firma de los responsables del horror que con cierta ´legalidad´ decidían el destino de los argentinos”, dijo la titular de Abuelas, Estela de Carlotto. Y agregó: “Tenemos la satisfacción de tener la presencia del ministro Rossi, que nos hace entrega de una documentación fundamental no sólo para los historiadores y las instituciones, sino para aquellos que aún siguen negando la represión”.

Rossi destacó que el valor del acervo documental, constituido por 280 actas del periodo 1976-1983, no deja dudas “que la dictadura militar existió y tuvo cuerpo en este tipo de decisiones políticas y eso no lo puede negar nadie” al tratarse de documentos oficiales que revelan reuniones de la junta militar, “que fue el máximo organismo de poder”. Dijo que “las reuniones se realizaban en las diferentes sedes de cada fuerza militar, según el orden del día” y que, entre la información encontrada, hay archivos completos del debate interno que existió por el conflicto del Canal de Beagle con Chile y documentación de primera mano sobre cómo, a partir de la visita en 1979 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los militares cambiaron el término “desaparecidos” por “personas con paradero desconocido”.

El libro “Actas de la dictadura, documentos de la junta militar encontrados en el edificio Cóndor” tiene seis tomos y ya había sido presentado por el Ministerio de Defensa en la Semana de la Memoria, el 24 de marzo.  “Uno de los ejes de discusión fue la cuestión empresarial, como el caso Graiver y Papel Prensa, o por la venta de Aerolíneas Argentinas. Buscamos que esta documentación circule por bibliotecas y otras instituciones públicas”, precisó a Infojus Noticias Salomé Sencar, jefa de prensa del Ministerio de Defensa.

En el acto, Rossi dijo que “es un honor estar en la casa de las Abuelas”. “Tenemos el compromiso de seguir construyendo la memoria de todos los argentinos. Y quiero decir que fue el jefe de la Fuerza Área el que me avisó del hallazgo de estas actas. Eso significa que las Fuerzas Armadas hoy tienen un compromiso con la democracia que las hace pensar en el futuro y no en el presente”, explicó. El hallazgo de las actas tiene un doble valor. Por un lado, “la documentación en sí misma, porque el valor historiográfico es enorme y es información que la justica tiene a disposición, como ya ocurrió con una consulta que recibimos por el caso de Papel Prensa”. Y, por otro, que “alimenta la esperanza que encontremos los documentos que nos permitan saber de una vez por todas donde están nuestros desaparecidos”. Rossi ordenó a los jefes de cada fuerza que intensifiquen la búsqueda de tales archivos.

Carlotto apoyó su decisión y, sobre las actas, dijo que los equipos de Abuelas “lo están estudiando”. Apoyó la democratización de las Fuerzas Amadas y subrayó que las últimas camadas de estudiantes se acercaron a las oficinas de Abuelas para trabajar en conjunto. “Estas actas reflejan cómo los militares reorganizaron el país a su gusto con la expectativa de quedarse más allá del 2000. La información es poder, y ellos anotaban todo y no lo destruyeron porque pensaron que se perpetuarían. Se olvidaron que hay un pueblo que nunca dejó de luchar por la verdad y la memoria. La batalla la estamos ganando con estas cosas y que vivamos más de 30 años de democracia es un logro histórico”, concluyó.

Las actas pueden ser consultadas por el público en la Biblioteca Aeronáutica –donde hay dos puestos de consulta-, ubicada en la calle Paraguay 742, de la Ciudad de Buenos Aires y también en el sitio www.archivosabiertos.com. El fondo documental consta de 11.773 volúmenes.

Días atrás, el ministro hizo entrega del material al ex juez español Baltasar Garzón, que actualmente dirige el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos, y al gobernador de San Juan, José Luis Gioja. En ese acto, Garzón dijo que "esta documentación debe quedar a disposición del pueblo argentino, de los ciudadanos, porque todos tenemos derecho a saber, sobre todo, lo que sucedía con quienes sufrían esta dictadura".

Los  archivos fueron hallados el 31 de octubre de 2013, mientras se realizaban tareas de mantenimiento en el subsuelo del edificio Cóndor. En aquella ocasión, Rossi había destacado que esta documentación "ha sido calificada y clasificada con sumo cuidado desde nuestra cartera".  

Eduardo Saiegh, empresario secuestrado por la dictadura, pudo analizar parte del material en relación a la aerolínea Austral, y dijo que “la gente se va a dar cuenta de la trascendencia de la dictadura  y cómo los civiles manejaron a los militares en función de sus propios negocios. He encontrado, entre otras cosas, avales del Banco Central de la República Argentina por más de cien millones de dólares. No me imaginé el material que había y la importancia que tenía”. 

Saiegh, cuya denuncia en la Justicia está acompañada por la UIF, fue secuestrado por la División Bancos de la Policía Federal y forzado a vender su Banco Latinoamericano en 1980, principal accionista de la aerolínea. “Austral era una empresa tipo pantalla atrás de la cual estaban también los vuelos de la muerte. Y solo de esa empresa hay 1500 fojas”, agregó.