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22-9-2015|18:40|Lesa Humanidad Nacionales
El juicio a once integrantes de la patota de ultraderecha

Los crímenes de la CNU: “No sabíamos cuando iba a terminar esta matanza”

Ricardo Elizagaray es hermano, primo y sobrino de cuatro de las víctimas asesinadas por los pistoleros de la Concentración Nacional Universitaria. En una nueva audiencia del juicio en Mar del PLata, y ante la consulta del fiscal Daniel Adler, el testigo declaró: “Actuaron en una zona liberada. Era el Estado contra una familia”.

  • Foto: Infojus Noticias.
Por: Federico Desántolo, desde Mar del Plata.

Ricardo Elizagaray preguntó dónde debía sentarse y caminó dos pasos firmes hasta la silla ubicada en el centro de la sala de audiencias. Antes de sentarse miró hacia el banquillo de los acusados por unos segundos. Frente a los jueces que llevan adelante el primer juicio en Mar del Plata contra civiles imputados por crímenes de lesa humanidad, relató cómo fue el crimen de su hermano, de sus dos primos y de su tío en manos de un grupo de la CNU que contó “con la participación directa o al menos con la complicidad del ex fiscal Gustavo Demarchi”, uno de los acusados.

El 20 de marzo de 1975, fue asesinado el líder de la CNU en Mar del Plata y abogado de la CGT, Ernesto Piantoni. Doce horas después, la madrugada del 21, un grupo de la CNU y la Triple A que llegó de La Plata desataron la venganza bajo la premisa del llamado “5x1”. Enrique “Pacho” Elizagaray era uno de los “enemigos” que la CNU marplatense tenía apuntado por su militancia en la Juventud Universitaria Peronista y fueron tras él. Esa noche también fueron asesinados los primos de “Pacho”, su tío y un médico que había llegado hacía un año de La Plata, el cirujano Bernardo Goldemberg, un ex detenido político que había sido liberado con la amnistía decretada por el presidente Cámpora y buscaba una nueva vida en Mar del Plata.

“Mi padre supo que había sido un ataque planificado que había contado con la apoyatura de la Policía. Era muy raro que llamaran a la policía cuando llegó el grupo armado y que no atendieran en la comisaría. Actuaron en una zona liberada. Era el Estado contra una familia”, relató Elizagaray, ante la consulta del fiscal Daniel Adler.

El 21 de marzo de 1975, Ricardo tenía 19 años. Estudiaba Agronomía y militaba en la Juventud Peronista. Después de ese día nada fue igual para él y su familia. “Lo primero que pensamos es que la familia estaba en peligro de muerte porque no sabíamos cuando iba a terminar esta matanza. Yo me fui a vivir a Buenos Aires y mis padres, con mi hermana más chica, se  instalaron en Entre Ríos”, explicó el testigo.

Durante el exilio interno, la familia Elizagaray comprobó las sospechas surgidas desde un principio. El entonces general Alberto Balient, jefe del área de Inteligencia del Ejército durante el gobierno de Isabel Perón, era “muy amigo” del padre del testigo, el abogado y senador provincial Carlos Enrique Elizagaray. Fue el militar quien aseguró que en el crimen del “5x1” actuó un grupo de La Plata con apoyatura de los grupos locales de la CNU. “Era vox populi que la CNU y la Triple A tenían una relación muy estrecha”, completó

Elizagaray contó que su padre había tenido algunos “enfrentamientos de palabra” con el acusado Gustavo Demarchi, que en esa época integraba la CNU. En algunas de esas discusiones en los pasillos de Tribunales, Demarchi deslizó una amenaza contra “Pacho”, y eso tenía preocupado a Elizagaray padre.

Demarchi fue el fiscal a cargo de la causa del crimen de “Pacho”, de los Videla y de Goldemberg. A los dos meses de ocurrido los brutales asesinatos pidió el cierre del expediente. Ricardo contó a los jueces Víctor Bianco, Elvio Osores Soler, Luis Imas y Alfredo Ruiz Paz que desde ese día, su padre tuvo la certeza que Demarchi había tenido participación directa o al menos complicidad en los crímenes.

“Estos hechos quiebran para siempre”

Ricardo y sus padres nunca volvieron a vivir a Mar del Plata. Vendieron su casa y se instalaron en Buenos Aires para siempre. “Estos hechos marcaron a la familia en forma extraordinaria. Quiebran, estos hechos quiebran para siempre”, concluyó, en el único momento  en que su voz pareció extinguirse por la emoción.

Beatriz Guadalupe Elizagaray es una de las dos hermanas de Ricardo y “Pacho”. Ella sí volvió a vivir Mar del Plata después de la muerte de su hermano, sus primos y tío. Al igual que Ricardo, ante el tribunal confirmó que entre su padre y Demarchi había un enfrentamiento por cuestiones políticas. Beatriz recordó que antes de marzo de 1975 el general Balient ya le había advertido a su padre que la vida de Pacho corría peligro: por informes de Inteligencia sabía que estaba en una lista y que podían matarlo. “Mi padre le dijo a Pacho lo que pasaba y le ofreció sacarlo del país, pero mi hermano eligió quedarse”, relató la testigo.

“Pacho” fue asesinado cuando intentó escapar por los techos de la casa de sus primos, la familia Videla. Jorge Lisandro, de 22 años, su hermano Guillermo, de 16, y el padre de ambos, Jorge Enrique Videla, fueron encontrados en la esquina de las calles 176 y 54, un descampado del barrio Montemar. Goldemberg apareció en las afueras de la ciudad, en el camino viejo a Miramar. Todos tenían cerca de 50 disparos cada uno, una marca distintiva en las víctimas de la CNU.

FD/RA

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