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Durante la audiencia realizada hoy, el ex magistrado reconoció haberse encontrado con el ex general Fernando Humberto Santiago a quien le preguntó por qué se hacían allanamientos ilegales. También reconoció que estaba armado.
Con la declaración del ex juez Luis Miret, continuó hoy el debate oral del cuarto juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia de Mendoza durante la dictadura cívico militar.
Lo más importante de la jornada ocurrió cuando Miret reconoció haberse encontrado con uno de los artífices de la represión militar en Mendoza, el ex general Fernando Humberto Santiago . El ex magistrado relató que le había preguntado a Santiago por qué hacían allanamientos ilegales, quien le respondió que tenían órdenes secretas que cumplir. En ese punto, el fiscal Dante Vega lo interrogó sobre si sabía algo más, y reconoció que detrás de los allanamientos podrían existir detenciones ilegales. Miret habló de detenidos-desaparecidos.
En este punto, el Subsecretario de Derechos Humanos de Mendoza destacó la mención del uso de “la palabra desaparecidos ante el tribunal”.
Interrogado sobre si Santiago nombró el concepto de "aniquilación del enemigo", el ex magistrado agregó: “No recuerdo que haya utilizado la palabra aniquilamiento, pero sí que había tomado la jefatura de la lucha contra la subversión”. Además, y tal como lo había confesado anteriormente el ex juez Otilio Romano, Miret reconoció que “estaba armado” y que se había comprado un revólver porque “tenía miedo”.
La indagatoria comenzó la semana pasada y continuará hasta las últimas horas del día con las preguntas de Fernando Peñalosa, en representación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación; Carlos Varela Alvarez, por el Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos, y el fiscal Dante Vega, quien puso el foco en interrogarlo sobre siete de los 18 casos por los que se imputa a Miret.
Tal como lo pidió la defensa en la jornada pasada, los abogados querellantes prosiguen con la interrogación del acusado "caso por caso". Miret debe responder sobre los pedidos de habeas corpus rechazados en los años 1975 y 1976, y por haber omitido iniciar investigaciones. El ex magistrado también dijo que en su momento no citó a los familiares de desaparecidos porque "hoy la gente tiene pánico de ser testigo, y qué decir cuando se vivían años caóticos". "Si no lo hice fue por piedad, para no agravar la situación de las víctimas", afirmó.
Junto a Miret también están procesados los ex magistrados Otilio Romano, Guillermo Petra y Rolando Carrizo, todos involucrados en los procedimientos ilegales practicados a partir del golpe de estado de 1976, y una treintena de ex policías y militares. El punto común de la acusación a los cuatro jueces es por no haber investigado las denuncias de detenciones ilegales, desapariciones y asesinatos que llegaron por centenares a sus juzgados en forma habeas corpus y demás recursos. Tras esta instancia indagatoria, se espera continuar con las declaraciones de los ex policías Gonzáles Camargo y Lorenzo Constantino, otros de los acusados que expresaron su deseo de declarar. Eso ocurrirá en la jornada de mañana.
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