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El Tribunal Oral Federal N°1 de San Martín condenó a Lidia Fanni Villavicencio a ocho de prisión por falsificación de datos de una nieta recuperada. En agosto de 1977, la médica obstetra asistió a una mujer vendada en la maternidad clandestina de Campo de Mayo. Nunca supo cómo se llamaba la mujer ni la bebé. Fue denunciada por la justicia y ahí conoció sus nombres. Después del parto falsificó datos en el libro del Hospital de Campo de Mayo y en el certificado de nacimiento de Catalina de Sanctis Ovando.

"Siento que vale la pena el esfuerzo, la lucha, especialmente, de los abogados del equipo jurídico de Abuelas que se ponen al hombro nuestras causas. Me da tranquilidad y una especie de alivio que llegue algo de justicia para nosotros, nuestros padres, nuestros abuelos y para toda la sociedad", dijo a Infojus Noticias Sanctis Ovando.

“Es una condena muy importante, que sienta un precedente en la Justicia. Como abogada de la querella, estoy muy conforme pese a que no son los años que habíamos pedido”, dijo a Infojus Noticias la abogada de Abuelas de Plaza de Mayo, María Inés Bedia. La condena de los jueces Héctor Sagretti, Daniel Cisneros y Daniel Petrone fue este mediodía en los tribunales de San Martín.

La médica obstetra que se jubiló en 1979, tiene 91 años y hoy asistió a la audiencia acompañada de su hijo, que también declaró en la causa. Durante todo el debate no emitió palabra. Pese a la condena, Villavicencio está excarcelada y hoy vuelve a dormir a su casa porque la condena no está firme. Según fuentes judiciales, los abogados de la mujer apelarán con diferentes recursos a instancias superiores.

El juicio comenzó el 20 de mayo y el martes pasado fueron los alegatos. Las querellas habían pedido doce años de prisión por considerar que se trató de una desaparición forzada, tipificado como delito de lesa humanidad. “La médica tuvo una responsabilidad fundamental en el hecho y fue consciente de lo que sucedía”, agregó Bedia. Las otras querellas fueron las secretarías de Derechos Humanos de la Nación y la provincia de Buenos Aires.

Durante el juicio se incorporaron por lectura los testimonios de otras parteras y de médicas -que fueron testigos en otras causas-  que dijeron que era común ver a mujeres detenidas en el Hospital Militar de Campo de Mayo.

Una prueba fundamental la dio el perito calígrafo oficial Guillermo Adolfo Anzorena, quien declaró que las firmas en los documentos adulterados pertenecían a la médica.

Los apropiadores de Catalina Laura de Sanctis Ovando son Hidalgo Garzón y María Francisca Morillo, que fueron condenados en 2012, a 15 y 12 años de prisión, respectivamente. Catalina es hija de Raúl de Sanctis y Miryam Ovando, quien estuvo secuestrada en la localidad bonaerense de Escobar, en un centro clandestino dependiente de Campo de Mayo, y en agosto de 1977 dio a luz.

El 8 de septiembre de 2008, la Justicia confirmó que la joven apropiada por Hidalgo Garzón y Morillo era, en realidad, la hija de Raúl y Miryam, ambos desaparecidos. Los dos militaban en la Juventud Peronista.