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Emilio Jorge Del Real, uno de los tres militares condenados a prisión perpetua por los 16 fusilamientos de la Masacre de Trelew, desde esta semana ya no goza del beneficio de la prisión domiciliaria y fue trasladado a la Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza. Lo ordenó el juez del Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, Jorge Guanziroli, tras el pedido del fiscal Horacio Arranz y por la confirmación del cuerpo médico referida a  que su malestar de salud puede ser tratado en prisión.

“Se confirmó el martes el pedido que hicimos desde la defensa como objeción de su prisión domiciliaria. Luis Emilio Sosa, otro de los condenados, está en domiciliaria y estamos esperando que nos mande la información el servicio médico forense el estado de salud para ver qué decisión se toma”, dijo a Infojus Noticias Arranz.

Del Real fue condenado en 2012 en Rawson y ese fallo fue confirmado este año por la Cámara Federal de Casación Penal. Con su traslado a Ezeiza es el segundo de los tres condenados que queda preso. Carlos Amadeo Marandino era el único encerrado con prisión domiciliaria en Paraná, Entre Ríos, y el privilegio fue otorgado por su avanzada edad.

La madrugada del 22 de agosto de 1972, presos políticos de las organizaciones Montoneros, Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) fueron sacados a la fuerza de sus celdas en la Base Almirante Zar de Trelew. Por orden del capitán Sosa fueron fusilados; 16 militantes murieron en el acto mientras que tres lograron sobrevivir, pero fueron asesinados años después por la última dictadura cívico militar.

Una semana antes de la masacre los militantes políticos habían organizado una fuga y seis jefes guerrilleros escaparon: Mario Roberto Santucho, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna, del PRT- ERP; Marcos Osatinsky y Roberto Quieto, de las FAR; y Fernando Vaca Narvaja, de Montoneros. Todos se subieron a un avión secuestrado y se refugiaron en Chile. De ahí volaron a Cuba, donde pidieron por la vida de los 19 presos de Trelew.

Del Real fue revisado por el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia para determinar si su afección permitía su tratamiento en una institución penitenciaria federal. Según los médicos, el marino retirado “se encuentra hemodinámicamente compensado”, por lo que podía ser alojado en una unidad penitenciaria federal, siempre y cuando se cumpliera estrictamente con el tratamiento indicado por sus médicos, con controles por servicios de cardiología y clínica médica.

Los forenses explicaron que “dadas las patologías que presenta y la posibilidad de un evento agudo, el alojamiento debe contar con un sistema de rápida y eficaz respuesta ante emergencias y disponibilidad cercana a un centro de alta complejidad”.

El juez Guanzaroli dijo que Del Real ya fue investigado y enjuiciado: “La acusación del Ministerio Fiscal, la naturaleza de los delitos ventilados por los que fue condenado y la última decisión jurisdiccional contraría los intereses del justiciable y aumenta enormemente la posibilidad que intente eludir la acción de la justicia, por la severidad de la sanción recaída, que es deber del tribunal asegurar”. La Unidad 31 en la que quedó detenido posee un hospital de media complejidad que incluye un anexo residencial para adultos mayores.

La Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal ratificó en marzo las condenas a prisión perpetua de los ex capitanes de fragata Sosa y Del Real y del cabo Carlos Marandino. Anuló, además, las absoluciones del ex capitán de navío Rubén Paccagnini y al ex juez Jorge Enrique Bautista. En los próximos meses habrán novedades de Paccanini ya que Casación revocó su absolución y se pronunciará una nueva sentencia.